Un grupo de expertos advierten que pudiera resultar muy peligroso el hecho de usar ropa producida en la República Popular China (RPC), sobre todo para el mercado norteamericano, que consume alrededor de un 39,2% de textiles fabricados en ese país asiático.
De acuerdo con estadísticas compartidas por Diario Las Américas, China resulta el mayor exportador de ropa del mundo, con una cuota del 31,6% del comercio internacional. Sin embargo, su preocupación por mantener ese estatus a toda costa estaría conduciendo hacia un peligro sanitario para grupos vulnerables como niños y embarazadas.
Investigadores canadienses hallaron en 2021 un alto contenido de plomo en una chaqueta para niños de la marca Shein, con un nivel casi 20 veces más alto al permitido en este país. Otros científicos descubrieron que textiles de otras marcas Made in China como Zaful y Ali Express, también estaban contaminadas con productos químicos altamente nocivos para el organismo humano.
Un estudio del Índice de Transparencia de la Revolución de la Moda de 2022, indica que China es uno de los países con bajos protocolos de seguridad del comercio. “El progreso en este sentido sigue siendo demasiado lento en al menos 250 de las marcas y los minoristas de moda más grandes del mundo, con firmas que lograron un puntaje [de transparencia] promedio de solo un 24%”.
Ropa de China: textiles dañinos
Entre otras sustancias dañinas, los expertos también encontraron en artículos textiles chinos plomo, NFE (nonilfenol etoxilados y nonilfenoles), ftalatos, PFC (productos perfluorados y polifluorados) y formaldehído. El plomo, por ejemplo, es utilizado por la industria china para teñir telas y matizarlas con el brillo que distingue a muchas de las confecciones fabricadas en China y exportadas hacia Estados Unidos.
Al respecto, los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades han advertido que la exposición a este metal pudiera causar serios problemas para el desarrollo mental y físico de niños menores de seis años.
El propio Servicio Federal de Aduanas norteamericano ha reportado la destrucción de prendas chinas por su alta concentración de plomo. Solamente en 2015 fueron incautadas 6.000 mochilas y loncheras por el alto nivel de plomo en sus cremalleras.
En el caso del el NFE (nonilfenol etoxilados y nonilfenoles), este ha sido encontrado en detergentes industriales, lo cual pudiera “paralizar el funcionamiento de las hormonas y contribuir a un mal desempeño de las funciones reproductivas”, según reporta Diario Las Américas.
“Aunque el efecto en el cuerpo humano no se ha estudiado por completo [todavía], varias combinaciones de PFC, como PFOS y PFOA, han provocado enfermedades renales y cáncer”, revela el estudio citado por este medio de prensa.
Problemas
Además, qué investigaciones recientes realizadas en Estados Unidos descubrieron que “algunos textiles procedentes de China excedían los estándares permisibles para el nivel de formaldehído. El informe incluyó productos como sombreros para niños pequeños, en los que el contenido de esta sustancia superó el doble de la norma”.
Los ftalatos, por su parte, son hallados en plastificantes de artículos para el hogar o envases de alimentos y cosméticos y para la fabricación de impermeables y zapatos, lo cual pudiera conducir a dificultades del sistema endocrino, la función hepática y daños en el páncreas.
En 2013, la organización Greenpeace alertó que la ropa infantil elaborada en China contenía altas dosis de hormonas y químicos tóxicos para el sistema reproductivo.
“Nuestro estudio envía una señal de alarma a los padres de más de doscientos millones de niños chinos y extranjeros”, indicó en ese momento Lee Chih An, directora de la Campaña de Tóxicos de la oficina del este de Asia de Greenpeace. De las 85 prendas analizadas por esta organización, más de la mitad contenían la hormona NPE, nueve de cada diez dieron positivo en antimonio, y al menos dos presentaron elevadas dosis de ftalatos.