Inflación en Cuba. Cada día resulta más complicado para los cubanos abastecerse de productos alimenticios como viandas, frutas y ensaladas. Mientras los mercados permanecen semivacíos, muchos campesinos encuentran trabas por parte del propio gobierno para llevar a término sus cosechas e, incluso, para transportar los productos, causa principal de que se pierdan los cultivos ya almacenados.
Sumado a la baja productividad, la falta de insumos y de mano de obra, en Cuba existen actualmente cerca de 6,4 millones de hectáreas de tierra agrícola sin cultivar, un alarmante 49% de la cifra total de terreno disponible para estos fines.
Aunque el propio Ministerio de la Agricultura ha tratado de tomar medidas en aras de incrementar la oferta e incentivar la producción agrícola, muchos productores consideran que, lejos de tomar en cuenta sus propias necesidades, les imponen otra serie de obstáculos burocráticos que impiden sacarle provecho a sus cosechas.
Inflación en Cuba, sigue sin frenos
Un reporte del medio independiente Diario de Cuba confirma que, a inicios de febrero de este año, el gobierno implementó un nuevo impuesto del 10% a las personas naturales o jurídicas que comercialicen productos agropecuarios de forma minorista.
Por su parte, la Resolución 73 de este año establece que las empresas, cooperativas agropecuarias, propietarias y usufructuarias de tierras, y otros productores agropecuarios, puedan vender directamente la totalidad de sus producciones agropecuarias a las entidades que pertenecen al sistema del turismo o que contribuyan al aseguramiento de este, según confirma una nota publicada en diario oficialista Granma.
“Cuando se lanzaron las 63 medidas, en ese momento fue un logro”, dijo a AP Misael Ponce, campesino dedicado a la fabricación de quesos que comercializa directamente con los hoteles. Si bien el estado aumentó el precio de compra de la leche, también se encarecieron los costos de los insumos.
Sin insumos, materiales
De acuerdo con un reportaje publicado por Diario Las Américas, la mayoría de los pequeños agricultores cubanos se quejan de “la falta de materiales y de herbicidas, fertilizantes, alambres y herramientas que deben comprar al Estado, que a su vez las importa”.
“Desgraciadamente, nos vamos a ver afectados en tres o cuatro meses, la comida que teníamos que estar sembrando no la vamos a tener”, argumentó a The Associated Press, Lázaro Sánchez, un campesino cubano de 56 años. La inflación aquí también afecta.
“Antes del 90 Cuba tuvo todos los recursos (apoyada por la entonces Unión Soviética) y los resultados fueron malos”, refirió, por otra parte, a AP el economista cubano Ricardo Torres.
En Cuba se hace en extremo difícil conseguir frutas o carne de cerdo a precios módicos. Para paliar la crisis del sector, la nación caribeña importa unos 2.000 millones de dólares anuales de diferentes productos. Este año se experimentó un descenso notable en la cosecha de arroz, maíz, frijoles, tabaco y cítricos y en la producción de leche y ganado vacuno y porcino.
La escasa productividad agrícola en la isla se traduce directamente al bolsillo de los cubanos, cuyos salarios apenas alcanzan para mantener una dieta balanceada, ya que el mero hecho de alimentarse se ha convertido un lujo para la mayoría de la población.