La historia evidencia uno de los peligros de los videojuegos y el poco control sobre los menores.
No son pocos los expertos que han planteado lo nocivo que se están volviendo los videojuegos en niños y adolescentes. Afectan sobremanera el ámbito psicosocial del menor.
Lo sabemos. Es muy difícil en un mundo cada vez más avanzado y que crea mecanismos que incentivan a los usuarios a gastar más dinero en los videojuegos, poder llegar a controlarlo. Especialmente cuando se trata de menores.
La mayoría de estos juegos están diseñados por sistemas de micropagos, que niños y adolescentes no llegan a eludir.
Muchas veces quedan atrapados por los banners con mensajes subliminales, que les animan a gastar dinero en mejorar los ítems de sus personajes virtuales.
Según cuenta el portal Tarreo, por lo general esto ocurre sin la aprobación de los padres, quienes permanecen alejados de estas situaciones.
Una encuesta reseñada por el citado sitio web comprobó que el 63% de los usuarios adictos a los videojuegos y menores de 18 años gastan dinero excesivamente a través de micropagos.
Relatan la historia de un niño de 12 años que en China gastó el dinero que le habían donado a su padre para el tratamiento contra el cáncer que lo afligía.
El menor, de apellido Huang, vive en Fushun County, provincia de Sichuan al suroeste de China. El pasado mes de julio llegó a gastar una suma de $3800 yuan, lo que es equivalente a $550 dólares, solamente en juegos.
Se lo gasta todo en videojuegos
El niño se encontraba visitando a su padre en el hospital, cuando le cogió el celular para jugar. Entonces, se gastó el dinero en videojuegos, descargando del Xiaomi Game Center.
Se dan cuenta de lo que pasaba cuando la familia decidió utilizar el dinero para pagar los servicios del hospital, una vez que el hombre falleció.
Al revisar las transacciones pudieron percatarse de que el niño había gastado el dinero en los juegos.
Por suerte, a pesar de este lamentable hecho, la familia mediante varias gestiones pudo conseguir el reembolso de todo el dinero que había utilizado el niño en su juego favorito.