Varios cubanos vieron acción en la final de la Liga del Diamante, pero el protagonismo lo tuvieron tres atletas en la final del triple salto. La misma tuvo como sede a la ciudad de Zúrich, en Suiza, pero ninguno de los atletas lo hizo bajo las órdenes de la Federación Cubana de Atletismo.
El cubano Andy Díaz se impuso en la prueba de triple salto para hombres de la final del Diamante con una marca personal de 17,70 metros. Este atleta se radicó en Italia, luego de los Juegos Olímpicos de Tokio 2020, pero todavía no compite por ese país pues no ha recibido la nacionalidad.
El segundo puesto lo ocupó, el cubano-portugués Pedro Pablo Pichardo, quien sí compite por Portugal hace varios años. En el Diamante saltó hasta los 17,63 para otorgarle la medalla de plata. Pichardo ya fue campeón olímpico en Tokio bajo la bandera lusa.
Finalmente, el tercer puesto fue para el cubano-español, Yordan Díaz, con un salto de 17,60 metros. Su ruptura con la federación de la isla sucedió antes de los Olímpicos de Tokio y recaló en España, donde ya se nacionalizó e implató récord nacional.
El único atleta que compitió por Cuba, fue el campeón mundial bajo techo, Lázaro Martínez, quien se estiró hasta la marca de 16,75 metros. Martínez no tuvo su mejor día y terminó en el sexto puesto de la lid.
Más cubanos en la Liga del Diamante
La final del salto de longitud también tuvo protagonismos de cubanos, con el bronce olímpico Maykel Massó colándose en la tercera posición, con 8,05 metros. Aquí el campeón de Tokio 2020, el griego Miltiadis Tentoglou, ganó el oro con 8,42 metros y en segundo quedó el estadounidense Marquis Dendy, con 8,18 metros.
El otro cubano en la final de la Liga del Diamante, fue el corredor Yasmani Copello, quien compite por Turquía hace varios años. Copello terminó sexto con un tiempo de 49,10 en la final de los 400 metros con vallas.
Es increíble como estos atletas se van de Cuba y no muestran un mínimo de agradecimiento por la tierra que los vio nacer y que invirtió recursos y esfuerzos en su formación, desde que eran niños el país pone a su disposición los pocos recursos de que dispone y cuando pasan a integrar el alto rendimiento son atendidos por los mejores entrenadores del país. No es cierto que para poder progresar deportivamente tengan que competir por otra bandera. El deporte cubano hoy en día permite que te puedas contratar en clubes extranjeros, las bases de entrenamiento del atletismo siempre se establecen fuera de Cuba. Es más el tiempo que entrenan fuera de Cuba que en el estadio Panamericano. La verdad es que los que se van lo hacen porque se disgustan con algún comisionado o porque creen que se lo merecen todo. Yo me siento decepcionado de estos que reniegan de su patria y que después de hacerse campeones en Cuba reniegan hasta de los entrenadores. El mundo sabe que los mejores entrenadores de triple salto de este planeta están en Cuba, de lo contrario ninguno de ellos hubiera podido llegar tan lejos como lo han hecho. Por eso admiro tanto a Yulimar Rojas la mejor del mundo que nunca ha renunciado a su nacionalidad y que vive orgullosa de su carácter humilde. Espero que Jordan Díaz que milita en su mismo equipo y que ambos son entrenados por Iván Pedroso aprenda un poco con ella esas cosas que te hacen ser mejor persona. Y por favor no hablen más de escape de atletas, fuga de atletas y otros eufemismos que utilizan para hablar de los atletas cubanos. La emigración de los atletas de países subdesarrollados a los países desarrollados ocurre todos los días, cuantos africanos con compiten por Europa, el equipo de ajedrez de USA está compuesto por atletas emigrados como Caruana, leinier etc. Esos eufemismos lo utilizan medios como este que todo lo que publican de Cuba es negativo para dar la imagen de un país que persigue a sus ciudadanos o la imagen de que vivimos en una Isla cárcel, en fin todos ellos se van y al año están de visita y toda esa basura se cae por su propio peso.
Son cubanos, es lo que importa. Además se formaron en este archipiélago.
Felicidades.