Para descartar los rumores infundados por parte de los gobernadores republicanos, el presidente Joe Biden negó la deportación de migrantes cubanos, venezolanos o nicaragüenses que ingresen a Estados Unidos por los puntos fronterizos.
El arribo constante de emigrantes latinos y caribeños a Estados Unidos por la frontera sur ocupa uno de los ejes centrales del debate político en la Casa Blanca.
“Ahora estoy atento a Venezuela, Cuba y Nicaragua. La posibilidad de enviarlos de regreso a esos países no es racional”, afirmó el mandatario durante una conferencia de prensa.
Asimismo, indicó que la situación actual con el flujo migratorio resultaba “totalmente diferente” a la que existía durante la administración de Donald Trump, puesto que “llegan menos migrantes de Centroamérica y México”.
“Estamos trabajando con México y con otros países para ver si podemos parar el flujo (migratorio)”, añadió Biden en su declaración a la prensa.
Un reporte de la agencia EFE revela que el gobernador de Texas, el republicano Greg Abbott, ha enviado desde abril a un grupo considerable de venezolanos hacia Washington, Nueva York y Chicago.
Ron DeSantis, el gobernador de Florida, también autorizó el traslado de migrantes a Martha’s Vineyard, isla del estado de Massachusetts.
Deportación de migrantes cubanos
Como respuesta a un periodista que indagó sobre la posibilidad del envío de indocumentados a Delaware, Biden ironizó de manera escueta: “Visiten Delaware, es un estado hermoso”.
Durante el presente año fiscal han ingresado vía terrestre a Estados Unidos cerca de 200 mil cubanos, 155,553 venezolanos y 146,331 nicaragüenses.
Al respecto, el asesor de Seguridad Nacional, Jake Sullivan, aseguró que “los regímenes autoritarios en Venezuela, Nicaragua y Cuba están provocando un nuevo desafío migratorio en todo el hemisferio occidental”.
“Aquellos que no pueden ser expulsados en virtud del Título 42 son evaluados y procesados para que un juez de inmigración escuche sus reclamos de reparación en los procedimientos de deportación”, agregó.