Varios usuarios se han sumado a un nuevo reto viral bastante deprimente en el que postean una foto del interior de un refrigerador vacío para demostrar la miseria y la escasez de alimentos que sufren las familias cubanas.
Una madre cubana identificada como Nany Kemell fue una de las primeras en mostrar sin reparos su nevera completamente vacía, solo con pomos de agua: “Qué tristeza cada vez que veo que soy de las que trabajo muchas horas al día y así es como está ahora mismo el refrigerador de mi casa”, comentó junto a la imagen.
La internauta confesó sentir tristeza y rabia cuando su pequeño hijo o su madre enferma de cáncer le preguntan si “no hay nada de comer”, situación que se sufre en la mayoría de los hogares en la isla.
“Los niños cubanos muchas veces van sin desayunar a la escuela y cuando regresan a casa muy pocos tienen para comer”, aseguró. “Lo estoy viviendo y no porque sea vaga o mala madre sino porque soy trabajadora y el salario no alcanza a veces ni para sacar los mandados, no sabe cómo sufro todos los días y la de ideas feas que me pasan por la cabeza”.
Otros cubanos se sumaron al desafortunado reto y publicaron varias fotos de sus refrigeradores, en las que se podía notar cómo no contaban con cárnicos, huevos, leche o vegetales, solamente envases plásticos con agua o puré de tomate.
“Me sumo en tu lista porque yo no doy más”, posteó otra mujer que aseguró ser madre de un hijo con retraso mental agravado. “Solo lo que hace es pedir y pedir comida. Una hija adolescente. Y yo con diabetes…. ¿Para dónde cojo? A veces no sé si volar o que se abra la tierra… No sé qué es mejor. ¿Hasta cuándo tanto sufrimiento?”.
Refrigerador vacío, la realidad de la isla
Una tercera usuaria lamentó que su situación fuera similar: “Todos estamos así. Trabajar para que nunca veas el fruto de tu trabajo. Mi mamá tiene 91 años, dos operaciones de columna y una radical de mama prácticamente una dieta y no tengo de dónde. Hoy salí a buscarle algo y nada. Estoy al volverme loca”.
Tras la llamada Tarea ordenamiento impuesta por el gobierno cubano y la posterior dolarización de la economía, los precios de productos básicos e indispensables para alimentarse, incluso de manera austera, se cuatriplicaron en menos de tres meses y aún continúan imparables.
A la crisis del mercado interno, se le suma la apertura de las tiendas en Moneda Libremente Convertible, (MLC) a las que pueden acceder un porciento muy bajo de la población y la exigua oferta de la canasta básica que apenas alcanza para vivir una semana.