La historia tras la famosa residencia The Villa Casa Casuarina, más conocida como la mansión Versace, oculta desde detalles trágicos hasta especulaciones de qué pudiera existir en sus paredes una cápsula del tiempo.
Propiedad del famoso y excéntrico diseñador Gianni Versace, esta lujosa vivienda cuenta con pasadizos secretos y azulejos de oro de 24 quilates en la piscina, en la cual se asegura que el italiano habría dejado impregnado un mensaje oculto entre sus aguas.
Sin embargo, el palacete también fue testigo de uno de los crímenes más terribles ocurridos en Florida en los años noventa. Exactamente, el 15 de julio de 1997, un asesino prófugo de la justicia llamado Andrew Cunanan le quitó la vida tras dos disparos al famoso diseñador de moda frente a la propia mansión.
Gianni Versace falleció al instante y, aunque las autoridades acorralaron la casa, Cunanan decidió suicidarse, dejando muchas incógnitas alrededor del homicidio.
Convertida luego en hotel, The Villa Casa Casuarina está ubicada en el número 1.116 de Ocean Drive, en South Beach (Miami) y fue diseñada por el arquitecto Adlen Freeman en los años 30.
Inicialmente, la mansión estaba compuesta por 24 apartamentos y fue habitada por Freeman, quien vivía junto a su pareja Charles Boulton.
Tras el fallecimiento de su primer propietario, pasó a manos de Jacque Amsterdam, que la adquirió por 100.000 dólares y la renombró como Ámsterdam Palace, incorporándole algunas reformas como 6 apartamentos más y un ascensor.
Después de haber sido habitada por otras celebridades, Gianni Versace la adquirió junto al Hotel Revere en el año 1992 por la suma de 10 millones de dólares.
La historia detrás de la mansión Versace
“Versace invirtió 32 millones adicionales en renovaciones en las que agregó el ala sur, la piscina y el jardín y convirtió los 24 apartamentos en 10 suites grandes en la casa original y 2 nuevas suites adicionales en el ala sur” describe el propio sitio web de la mansión.
La remodelación emprendida por este diseñador italiano tardó más de tres años y según se cuenta, le agregó a la casa varias trampas y pasadizos secretos para trasladarse por la propiedad sin ser visto e, incluso, usaba un atajo desde su habitación hasta lo que ahora se conoce como el “G Lounge”.
Freeman, su arquitecto original, también había incorporado puertas y pasillos secretos en el diseño de la casa, los cuales actualmente se encuentran vedados para sus huéspedes.
Otra de sus excentricidades fue la construcción de dos habitaciones a partir de conchas marinas, cubículos ocultos alrededor de la propiedad y la piscina de 16 metros de largo con mosaicos de oro de 24 quilates.