Migrante cubana muere de un paro cardiaco tras cruzar el Río Bravo

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Una migrante cubana de 48 años, cuyo nombre aún no ha sido revelado, falleció de un paro cardiaco esta semana justo cuando intentaba cruzar el río Bravo, en la frontera de México hacia Estados Unidos.

“Esto es lo que queda de un segundo grupo de más de 400 que cruzaron ilegalmente a Eagle Pass, Texas hace poco tiempo. Una mujer cubana de 48 años acaba de sufrir un paro cardíaco aquí y murió en la última hora”, escribió en Twitter el periodista Bill Melugin, de la cadena Fox News.

Según el reporte de los medios locales, la mujer sufrió un ataque de asma tras penetrar en el Bravo y murió a orillas del río sin poder entregarse a las autoridades migratorias de Eagle Pass.

De acuerdo con el medio estadounidense Breitbart, “la migrante cubana fue atendida por un Técnico de Emergencias Médicas y por personal del Departamento de los Bomberos, quienes acudieron a las orillas del Río Bravo tras recibir una llamada de la Patrulla Fronteriza de Estados Unidos”.

Migrante cubana en paro en río Bravo

Una testimoniante dijo a la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza de EEUU (CBP) que había presenciado el momento en que la cubana sufrió el ataque de asma sobre las ocho de la mañana.

A pesar de haber recibido los primeros auxilios con prontitud, los paramédicos no obtuvieron fe de vida. Luego de declarado su deceso, el cuerpo fue llevado a una funeraria local, para dar parte a sus familiares.

Solamente en el pasado año fiscal, murieron más de 850 migrantes cruzando la frontera hacia Estados Unidos desde México. Muchos cubanos han denunciado que en el trayecto se enfrentan a extorsiones, amenazas y situaciones violentas.

Recientemente, una de las cubanas detenidas por los agentes de la Guardia Nacional y el Instituto Nacional de Migración en la ciudad de Minatitlán refirió que, en el grupo de 51 personas, había niños con padecimientos como fiebre, tos, asma y varicela y que no les habían garantizado asistencia médica alguna.

“Esto no es un refugio, es un salón alquilado por migración a donde nos vinieron a lanzar como unos perros, en el fondo están los policías que custodian la puerta, porque no nos dejan salir”, refirió la migrante a la prensa local.

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