Tras una extensa gira por Europa y Asia, el presidente cubano Miguel Díaz-Canel se ha propuesto a toda costa buscar “socorro” internacional para tratar de paliar un poco la crisis energética que asfixia al país desde hace meses.
De los cuatro países visitados obtuvo “socorro”: Tanto en Rusia y China, como en Turquía, y Argelia, sus gobiernos le ofrecieron “algún regalo” para tratar de contener los apagones en Cuba.
“Lo llamo la lista de llamadas de socorro al 911. Cuba tiene una emergencia”, opinó Jorge Piñón, experto en energía oriundo de Cuba que trabaja en la Universidad de Texas en Austin, citado por Univisión. Sin embargo, tanto este analista como otros expertos del sector se preguntan si realmente consiguió lo que estaba buscando en su gira oficial.
“No se sacó nada de la manga”, agrega Piñón. “El problema es estructural. El sistema eléctrico está quebrado y no se puede arreglar con tiritas”, precisó sobre la obsoleta maquinaria de las centrales termoeléctricas de la isla.
Pedido de socorro cubano en el extranjero
Varios medios independientes cubanos catalogaron la visita del mandatario a estas naciones como “la gira del mendigo”.
Una nota publicada por el diario digital Cubanet, aunque “China presta dinero” a cambio, pide que “determinadas obras de infraestructuras (presas, carreteras, túneles, líneas de tren, centrales nucleares)” las emprendan compañías de este país.
China también entregó a Cuba unos 100 millones de dólares “para ayudar al país a hacer frente a su actual crisis económica, al tiempo que acordó ayudar a completar un par de proyectos de energía eólica y solar”, precisa el artículo de Univisión.
Además, el gobierno chino firmó unos 12 documentos que incluían la entrega de algunas donaciones que incluyen medicamentos, insumos médicos y alimentos.
Específicamente en Argelia, el presidente cubano consiguió que le cancelaran todos los intereses pendientes de la deuda de Cuba con este país, así como el aplazamiento de su “reembolso” hasta nuevo aviso.
Por su parte, Turquía envió a la isla una central eléctrica flotante que fue dispuesta en las cercanías de La Habana para incorporar unos cuantos megawattts más al consumo nacional y Rusia prometió aumentar los proyectos de inversión y “el suministro de alimentos e insumos para su producción”.