¿Con qué dinero la esposa de Canel, Lis Cuesta se va de compras en Granada?

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Cada día se les cae más la máscara a los supuestos “representantes” del pueblo cubano en el gobierno. Es el caso de Lis Cuesta, la esposa del presidente Miguel Díaz-Canel, que se fue con el dinero del pueblo, de compras a Granada, mientras su marido estaba de “gira oficial”.

“Lis Cuesta anda de tiendas, buscando pullover de niños con piratas”, escribió en Instagram Juan Juan Almeida, hijo de Juan Almeida Bosque, otrora Comandante de la Revolución, ya fallecido. Este compartió un video donde se ve a Cuesta y a su hijo, quien hace de guardaespaldas. Así viajan todos juntos a cualquier lado.

“Ando buscando un pulóver de niño que tenga piratas”, dice en el video la “primera dama” en una tienda del centro comercial Spiceland Mall, en Saint George’s, Granada. La impotencia antes esas imágenes es total.

Reacciones a Lis Cuesta de compras en Granada

Y mientras el pueblo cubano va de cola en cola, sin dinero para comprar lo mínimo para sus hijos, ni un “pulóver de piratas”, Lis Cuesta sigue en su “parranda” y viviendo la buena vida, mientras simula en Twitter que tiene el corazón “en modo estropajo” por los apagones.

“Yo la entiendo, porque mi hijo quería uno, pero de carros, y no hay ninguno que pudiera comprar con mi salario. Así que ella que puede, lo fue a buscar más lejos. Descará y cara de guante”, dijo un usuaria cubana en Twitter.

“Un hecho tan simple no debería asombrar ni preocuparle a nadie, mucho menos molestar; sin embargo, los cubanos lo vemos y no podemos evitar sentir molestia. Es triste que la gran mayoría de nuestro pueblo no puede siquiera entrar a una tienda en MLC para comprarles lo que sus hijos necesitan, no solo de ropa y calzado, sino una simple golosina”, añadió otra persona.

Agregó que “según nos dicen, el país está atravesando por un momento crítico y por el ya cansón tema del Bloqueo, sin embargo, al parecer para ellos nada de eso existe, ni siquiera se toman la molestia de ser un poco más reservados o prudentes. Lamentable lo que se ha convertido nuestro país, ya no tengo adjetivos para describirlo”.  

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