Aunque todavía no está probada su eficiencia, Cuba ofreció sus “vacunas” a países euroasiáticos. Específicamente a los integrantes de la Unión Económica Euroasiática, donde la isla es observadora desde diciembre pasado.
La UEE agregó al país caribeño como observador de la alianza y debido a ello, recientemente, el primer ministro cubano, Manuel Marrero, mostró disposición de Cuba a apoyarlos. Ponemos “vacuna” porque la realidad es que apenas tiene “candidatos vacunales”.
“Ante la incidencia en nuestros países, los altos precios de la comercialización de vacunas y las estimaciones que indican que, con el ritmo de la vacunación actual, se requerirían 21 años para inmunizar a toda la población mundial, reiteramos nuestra disposición de apoyar a los Estados miembros de la UEE con nuestras vacunas”, dijo Marrero.
Cómo se sabe, Cuba desarrolla cinco vacunas, dos de las cuales –Soberana 02 y Abdala- están en la tercera y última fase de ensayos clínicos para evaluar su eficacia. Pero como esta todavía no tiene resultados relevantes, no puede llamarse “vacunas”, como muchos hacen, incluido este alto representante del gobierno.
Lo que dice el gobierno
“Se ha demostrado que los niveles de anticuerpos que generan están al mismo nivel o son superiores a los de otras candidatas”, dijo al respecto.
“Cuba tiene la capacidad de producir gran cantidad de vacunas y tiene programado convertirse en uno de los primeros países en inmunizar a toda su población”, añadió.
Las candidatas a vacunas, elaboradas “por los científicos del Instituto Finlay de Vacunas y del Centro de Ingeniería Genética y Biotecnología, hasta el momento han demostrado ser efectivas ante las nuevas cepas detectadas a nivel mundial”, añadió, de acuerdo con el texto de su intervención facilitado por fuentes oficiales.
Marrero también declaró que Cuba trabaja por potenciar las relaciones con el sector turístico de los países de la Unión, a partir de la experiencia desarrollada con la Federación de Rusia.