No es un “nuevo” negocio, ni siquiera es un negocio en sí, pero los celulares se encuentran entre los artículos más cotizados en Cuba. De ahí que los robos en los últimos días marquen tendencia. Estos constituye un punto de mira principal para los ladrones, junto a las motorinas y las prendas de oro.
A plena luz del día se reportan casos de asaltos en el último año que implican la sustracción con violencia de estos equipos, que luego son vendidos en el mercado informal por miles de pesos y hasta en moneda extranjera.
Un reporte publicado en Diario de Cuba confirma que estas fechas en La Habana estuvieron marcadas por un auge del robo de teléfonos móviles, sobre todo en autobuses atestados de personas.
Un estudiante de medicina identificado como Jonathan Maceiras relató al medio que se encontraba en “un P-8” cerca del mercado de Cuatro Caminos cuando le sustrajeron su celular luego de haberse armado “tremenda empujadera y molotera para subir”: Cuando subí noté que la mochila estaba medio abierta, revisé y vi que faltaba el teléfono. Empecé a gritar y busqué a un policía que estaba en la parada”, añadió el joven.
El robo de celulares, un “negocio” en Cuba
Otra víctima nombrada Ana Irma López, contó que mientras se encontraba en un parque de la zona del Cerro “pasaron dos jovencitos en bicicleta. Uno de ellos me arrebató el teléfono de las manos y se perdieron”.
Mientras tanto, un reparador particular de teléfonos móviles que conversó con el medio en condición de anonimato explicó que “el robo de celulares crece porque, si no te cogen en el hecho, es un negocio seguro”.
Este cuentapropista precisó que “lo puedes llevar sin problemas a cualquier mecánico de teléfonos para que te lo compre. Hay muchos trucos para blanquearlos. El primero es que hay marcas de teléfono que admiten el cambio de la placa”.
La mayoría de los celulares robados son vendidos a estos reparadores que posteriormente le aplican algunos “trucos” técnicos y los revenden a más de 30 mil pesos en el mercado informal: “Quiere decir que en un ratico te puedes ganar 15.000 o 20.000 pesos sin problemas”, precisó el entrevistado.
Además del cambio de placa, los reparadores suelen bloquear una de las líneas SIM para que el propietario no logre dar con su equipo: “Cualquiera viene a vendernos un teléfono por necesidad, pero cuando ves a la misma persona que repite en la venta de teléfonos ya sabes que ‘hay mecánica’. Pero no se hacen preguntas, para mantener el negocio”.