El año pasado nacieron en Cuba miles de bebés menos que en 2021 según admitieron los medios oficiales de la isla lo que significa un golpe duro para la recuperación demográfica de la isla, que presenta una de las poblaciones más envejecidas de América.
Una nota de Cubadebate precisa que, aunque hubo una ligera disminución de la tasa de mortalidad infantil y de embarazos en adolescentes, nacieron 3 694 niños menos que en la etapa anterior.
En total se reportaron 95 402 nacidos vivos y hubo unos 39 fallecimientos por debajo de los ocurridos en 2021. “No se reportaron fallecidos menores de un año en 21 municipios”, aclara el informe compartido por el medio oficialista.
Entre las causas principales de la mortalidad infantil en los menores de un año se hallan las afecciones perinatales, relacionadas fundamentalmente con el bajo peso al nacer, la prematuridad y el retardo del crecimiento intrauterino, además de las malformaciones congénitas y la sepsis.
También las reproducciones asistidas experimentaron cifras más bajas que en períodos anteriores debido a la “inestabilidad de algunos medicamentos” que influyó en la disminución de los embarazos concebidos desde las consultas municipales.
En los últimos meses de 2022 se reportaron varios casos de fallecimientos de bebés a causa de negligencias médicas.
MUERTE DE BEBÉS EN CUBA
La mayoría de las denuncias fueron publicadas por la activista Diasniurka Salcedo quien reveló en noviembre pasado en su perfil de Facebook la muerte de un recién nacido luego de que la madre permaneciera más de 35 horas en el salón de recuperación, por falta de cama en la sala y su bebé en la sala de neonatología.
“Los médicos qué estaban haciendo todo ese tiempo sin revisar a mi bebé, 3 horas dónde apenas mis familias vieron al niño estaba morado cianótico y para mí mi niño murió por negligencia médica”, declaró desconsolada la madre que ni siquiera pudo abrazar a su hijo mientras estaba vivo.
También en diciembre el médico y activista cubano Alexander Jesús Figueredo Izguirre denunció en sus redes sociales la muerte de una bebé de siete meses por negligencia médica en el Hospital Pediátrico Universitario “José Luis Miranda” de Santa Clara.
“Convulsionó y cuando se lo dijeron a la doctora dijo que eso era mentira, le empezaron a poner rosefín sin tener un diagnóstico. Porque ellos no sabían que tenía. Al poco rato convulsionó de nuevo y ahí la doctora la vio y la llevaron para terapia intensiva. Ahí le hicieron una placa y le salió según ellos una neumonía complicada”, explicó el doctor sobre el caso en aquel momento.