Un barrio de Miami se posiciona en el ranking de las cinco zonas de Estados Unidos con las casas más caras del país.
Se trata del código postal 33109, perteneciente al exclusivo barrio de Fisher Island, donde el precio medio de las viviendas es de más de 6 millones de dólares según precisa un análisis del agente inmobiliario RealtyHop.
Ubicado en el condado de Miami-Dade, Fisher Island solo fue superado en el top five por Atherton, California, el barrio ubicado en pleno Sillicon Valley, a las afueras de Los Ángeles que por muchos años ha sido valorado como el vecindario más costoso de todo el país. Le suceden Sagaponack, Nueva York; Beverly Hills, California y el código 02199 de Boston.
Fisher Island ha sido calificada en varias oportunidades como la zona más lujosa de Florida. Se trata de una comunidad privada que abarca 260 acres con más de 800 residencias a las que solo puede accederse mediante ferry o en yate privado.
Un análisis de datos fiscales a nivel nacional realizado por la publicación financiera Bloomberg reveló que el ingreso medio de sus 1.300 residentes ronda los 2,5 millones de dólares anuales. Cuenta, además, con una playa propia de arena blanca traída de las Bahamas, según confirma una nota sobre este vecindario publicado en El País.
Fisher Island, barrio de Miami
“Esta isla es ya una marca que significa máximo lujo, como un yate o un reloj. Es el Patek Philippe de los condominios. En cualquier lugar de nivel del mundo dices que vives en Fisher Island y no tienes que decir ni una palabra más”, precisó al medio la agente inmobiliaria Dora Puig.
Esta experta asegura que un piso de 700 metros cuadrados con vistas al océano y diseño minimalista en Fisher Island puede llegar a valer 19 millones de dólares y un ático de este mismo inmueble puede ser vendido por 32 millones.
Además, este vecindario también integra los primeros puestos de las rentas más caras en todo Estados Unidos.
“Es una ciudad en sí misma, con su escuela para los niños, su supermercado, su clínica de salud, su banco, su oficina postal, su tintorería, campo de golf, 18 pistas de tenis, dos marinas, un recinto de ocio para los perros de los residentes y hasta un pequeño observatorio astronómico”, aseguró a El País Bernard Lackner, director del club social de la isla.