Muchas cosas han cambiado en Florida desde que Ron DeSantis fuera elegido como gobernador en el año 2019. Sin embargo, ¿han sido para mejorar o todo lo contrario?
DeSantis acaba de asumir un segundo mandato mencionando en su discurso que gracias a su política el Estado del Sol se ha convertido en “el destino más deseado” de Estados Unidos y “una tierra prometida de cordura”.
Ronald Dion DeSantis, abogado de profesión, siempre ha sido calificado como un aliado de Donald Trump, aunque el expresidente ahora lo ve como un posible contrincante para las elecciones de 2024.
Tras haber derrotado al candidato demócrata Andrew Gillum, se convirtió en el gobernador norteamericano más joven hasta la fecha y goza de bastante popularidad, incluso, entre los votantes hispanos.
Varios medios de prensa se han dedicado en el último año a reseñar los aportes de DeSantis a la política floridana, incluso, hay quien ha llegado a asegurar que convirtió al estado en un “laboratorio de la derecha”.
“Ron DeSantis respeta la autonomía y criterio de cada persona”, explica la analista Berta Cabrera Morris en el artículo ¿Por qué los hispanos apoyan al gobernador Ron DeSantis?, publicado por Diario Las Américas.
Además, menciona que antes de que el republicano ocupara el puesto, “muchos negocios estaban a un paso de la quiebra, niños sufriendo altos niveles de depresión y atraso en su educación, abuelitos aislados sin el abrazo de sus seres amados”.
Ron DeSantis Florida: derechos humanos
Según Cabrera, DeSantis ha aplicado perfectamente la norma de “vive y deja vivir” en tanto se ha preocupado por cuestiones como las condiciones de la clase trabajadora, los precios de los alimentos, el alza del valor de gasolina, la seguridad de las comunidades, la imposición de la ley y orden o el propio descontrol de la inmigración.
No obstante, hay quienes no apoyan por completo al gobernador de Florida luego de que demostrara cierta “incapacidad” para controlar la expansión del virus del covid-19 en el condado de Miami-Dade, uno de los más afectados del país en aquel momento.
Muchos le reprocharon que levantara las restricciones antes de lo debido y que se opusiera al uso obligatorio de las mascarillas, aunque otros más conservadores le aplaudieron que promoviera a ultranza la reapertura económica.
Por otra parte, sus medidas en el sector de la educación han dado mucho de qué hablar durante estos años desde que censurara una buena parte de los materiales de estudio por considerarlos que incluían “conceptos de adoctrinamiento como el esencialismo racial”.
Además, DeSantis ha sido partidario de limitar la enseñanza en las aulas de textos y conversatorios sobre la orientación sexual y la identidad de género mediante su proyecto de ley “No digas gay“. Esta es la razón principal de que cuente con tan poco apoyo de los votantes de la comunidad LGBTI en Florida y que mantenga muy bajas calificaciones en cuanto la Campaña de Derechos Humanos.
A pesar de que a poco tiempo de asumir su primer mandato emitió una orden de no discriminación para los empleados estatales en cuanto a raza, edad, sexo, color, religión, origen nacional, estado civil y discapacidad, tampoco incluyó a la orientación sexual o la identidad de género.
¿Favorito ante Trump?
En la misma cuerda, promulgó la Ley de Equidad en los Deportes Femeninos que limitaba los derechos de las niñas y mujeres transgénero a ser partícipes de competencias deportivas en Florida.
Aun así, Ron DeSantis sigue siendo considerado como un baluarte republicano que brindó alivio tributario a las familias trabajadoras, que aumentó el salario de los maestros y que contribuyó a la restauración de los Everglades. Los sondeos recientes confirman que destaca como un candidato bastante privilegiado para enfrentar a Trump en las próximas elecciones.