Una de las mayores alegrías que reciben los cubanos recién llegados a Estados Unidos, además de reencontrarse con sus familiares, es que los lleven de compras a un supermercado.
El hecho de que hayan vivido entre demasiadas carencias y privaciones convierte este momento en una especie de ritual para sus allegados que, dicho en otras palabras, se disponen a “matarles el hambre”.
Con la oleada migratoria del último año son muchos los videos que han circulado en redes y que muestran el instante en que los cubanos pisan el terrero de un outlet y quien probar todo lo que encuentran en los estantes.
Además de sorprenderles tanta abundancia, suelen quedarse boquiabiertos con los precios tan asequibles de los productos alimenticios como los cárnicos, los huevos, la mantequilla o los refrescos embotellados, prácticamente inaccesibles en la isla.
Esta semana circuló un clip viral que muestra a cuatro balseros en una tienda de Miami asombrados por todo lo que pudieron echar en el carrito. “Aquí está la gente haciendo su primera compra en libertad”, se escucha decir a la persona que los grabó.
Balseros cubanos en Estados Unidos
Uno de los migrantes muestra una manzana con orgullo a la cámara: “Están notando el hambre que se pasa en este país”, ironiza el familiar y hace un paneo por el carro de compras.
Dentro de la cesta se logra reparar una caja de Coca Cola, helados, huevos, frutas y panes. “Dicen que esto está malo y está mejor que aquello allá”, comenta uno de los balseros. “Vivir para creer. Lo mejor de mi vida”, agrega sin separarse del carro de compras visiblemente anestesiado con la cantidad de comida.
Aunque gran parte de los balseros que llegan a las costas de Florida generalmente son interceptados por la guardia estadounidense, otros logran tocar tierra sin ser avistados.