En medio de la crisis de maestros que sufre Miami se han incorporado este curso miles de niños cubanos a las aulas de escuelas públicas, en su gran mayoría recién llegados en los últimos meses. Una suma de 14,800 incluye a otros procedentes de Haití, Venezuela y Nicaragua
La ola migratoria hacia Estados Unidos ha puesto en una especie de encrucijada a muchos directores de centros educativos, ya que una buena parte de estos migrantes apenas tiene conocimiento del idioma inglés lo cual requiere gastos adicionales de nivelación. También preocupa la baja disponibilidad de consejeros para aquellos niños y niñas que hayan sufrido situaciones traumáticas durante el trayecto hacia Estados Unidos.
Las cifras apuntan a que más de 4 mil menores de nacionalidad cubana fueron recibidos en escuelas del condado de Miami-Dade y, aunque el registro de estudiantes debe realizarse con seis meses de antelación, las escuelas públicas tienen la obligación de recibir a cualquier menor que se mude a la zona, sin importar que se encuentre a mitad del año escolar.
“Teníamos de Cuba 2,977 entrantes y ahora, a partir del 10 de enero, 7,587”, precisó José Dotres, superintendente escolar de Miami-Dade a la prensa local. “Hemos pasado por esto antes”, agregó.
Niños cubanos en escuela de Miami
Gran parte de los niños cubanos están siendo matriculados en las zonas de Hialeah y Allapattah, fundamentalmente en enseñanza intermedia y secundaria donde deben centrarse en aprender inglés cuanto antes. Dotres precisa que estas áreas son más económicas respecto a los costos de la vivienda en el sur de Florida.
Aunque hasta el momento las autoridades han asegurado que disponen de los recursos necesarios para hacer frente a la avalancha, de continuar con estas cifras alarmantes se deberán inaugurar nuevos centros educativos. También necesitarán más fondos para el transporte, los servicios de alimentos y los materiales de instrucción puesto que “no hay forma de saber si la tendencia continuará”.
“Me identifico con esos niños”, declaró Dotres, que también fue un cubano recién llegado en su momento que estudió en instituciones públicas. “Las escuelas tienen capacidad y podemos brindar apoyo”, precisó el superintendente.