Ron DeSantis ha sido de los gobernadores más polémicos en Florida en mucho tiempo debido a sus conceptos de liderazgo, estrictamente ligados al conservadurismo. Algunas de sus decisiones han sido cuestionadas por los demócratas, pero muy bien recibidas por los afilados a su partido.
Desde su toma de posesión, DeSantis ha manifestado en casi todas sus intervenciones públicas un continuo interés por modificar el sistema educativo del estado. Si un tiempo atrás prohibió hablar de identidad de género en las aulas, ahora ha ido por más y manifestó su rechazo a un curso avanzado de estudios afroamericanos que fue propuesto a nivel nacional.
“Queremos educación, no adoctrinamiento”, reiteró el gobernador esta semana como parte de una agenda que propone algunos cambios en los centros escolares. Sobre todo, se sintió molesto por uno de los capítulos del plan de estudios que, según él, resultaba inapropiado por promover los “estudios sobre la homosexualidad de los negros”.
“Este curso sobre la historia de los negros, ¿de qué trata una de las lecciones? Teoría queer. ¿Quién diría que una parte importante de la historia negra es la teoría queer?”, opinó DeSantis.
De Santis: educación en Florida
Como era de suponer, los líderes demócratas no quedaron callados ante las declaraciones del gobernador y las calificaron de “cobardes”. “Envía un mensaje claro de que la historia de los estadounidenses negros no cuenta en Florida”, le refutó Fentrice Driskell desde la Cámara del estado.
Mientras DeSantis recibe las críticas de sus oponentes, continua en su empeño por “mejorar” el sistema de educación y ahora pidió 1 mil millones a la Legislatura republicana para aumentos salariales de maestros en el próximo año fiscal
“Creemos que es importante reclutar y retener a buenas personas en el aula”, dijo DeSantis que pretende que el sueldo mínimo de los profesores sea de 47,500 dólares, una medida que pudiera reducir la fuga de estos profesionales hacia otros sectores en los cuales perciben mejor remuneración.
Aun manifestando sus intenciones de mejorar las condiciones económicas de los maestros, advirtió en el mismo discurso que se exigirían ciertos límites respecto a que “la escuela sea un foco de la política sindical escolar y la politiquería y la distribución de literatura”.