Aunque el gobierno no ha hecho público cuánto cuesta el alquiler de las centrales eléctricas provenientes de Turquía acaba de arribar la octava de su tipo a La Habana. La misma aportará al país unos 240 megavatios (MW) de energía, según anunciaron desde los medios oficiales.
En la escueta nota publicada por el Ministerio de Energía y Minas se explicó que como las ya instaladas, debe “apoyar la generación de electricidad en el país” a pesar de que los cubanos siguen quejándose de los apagones de más de cuatro horas en varias provincias del país, sobre todo en las zonas rurales.
El propio medio Cubadebate reconoce que, si bien la situación con los cortes del fluido ha mejorado respecto a meses anteriores, “aún sufre no pocas tensiones”.
Además, explicaron que “este tipo de embarcaciones cuenta con tecnología energética que permiten dar mantenimiento a otras centrales termoeléctricas, contribuyen a incrementar la reserva nacional y sustituyen el uso de diésel, uno de los combustibles más caros en la generación”.
Otra central eléctrica turca a Cuba
La nueva patana atracada en la capital cubana cuenta con el doble de capacidad de producción de electricidad que la de 110 MW que había llegado a la isla en noviembre pasado, aunque sincronizó casi un mes después de su arribo al sistema eléctrico nacional.
A pesar de la buena nueva, los cubanos reaccionaron a la nota del Ministerio alegando que “no se siente la mejoría” y otros se cuestionaron cuánto estaría pagando el gobierno por las centrales al gobierno turco. Esta ha sido la única forma a la que han podido recurrir los funcionarios de la isla en tanto apuran las reparaciones atrasadas en sus propias termoeléctricas obsoletas.
Algunos de los comentarios de usuarios en redes fueron: “No quiero ni pensar cuánto nos está costando eso. Tener termoeléctricas propias parece una quimera y el sueño de bahía limpia, pues adiós”, “podemos saber el costo de esas centrales, ¿son compradas o rentadas?” y “¿cuál cayo le dieron como pago para traer esa planta?”.