El éxodo masivo de cubanos hacia Miami no solo afecta a sectores claves de la economía del país o a la salud pública, también los negocios particulares se han visto perjudicados por la diáspora de personal.
Tanto empresas como universidades e industrias del país publican a menudo ofertas en redes de búsqueda de empleados por la gran cantidad de plazas vacantes existentes y que son imposibles de cubrir por no contarse con personal calificado.
Por un reporte de la agencia AFP se supo que particularmente un restaurante habanero ha perdido en los últimos meses a más de la mitad de sus trabajadores contratados. Se trata de “Nel Paradiso”, cuyos administradores tuvieron que “despedir” a más de 50 empleados que migraron del país hacia Estados Unidos por diversas vías.
Según explicaron los trabajadores del lugar, aún no logran completar su nómina. “No te da tiempo a recuperar el personal que se va”, se lamenta Annie Zúñiga, de 26 años, encargada de la contratación en el restaurante. “La apertura de Nicaragua fue un golpe (…) de 50 trabajadores nos quedamos con 30 en una semana”, precisó.
Crisis migratoria en Cuba
Respecto a las últimas contrataciones de los 14 meses anteriores la mujer indicó que habían comenzado a trabajar allí unas 60 personas y que ya solamente quedaban 10.
“No hemos logrado formar un colectivo unido y duradero, porque cuando pensamos ‘ya este es el equipo’, viene uno y me dice ‘esta es mi última semana, la que viene me voy'”, añade Zúñiga.
Gran parte de los empleados que anteriormente laboraban en el lugar tenían un rango de edad de entre 19 y 49 años. La mayoría de quienes decidieron dejar su trabajo partieron vía Nicaragua aprovechando la posibilidad del libre visado y cruzando fronteras hasta Estados Unidos.
“La falta de personal nos pone en dificultades”, dijo por su parte Norberto Vázquez, propietario de Nel Paradiso y profesor sommelier que asegura haber capacitado a más de 50 personas que se fueron.
“Algunos estudiantes me dicen: ‘profesor, lo único en lo que estoy pensando es en cómo me iré‘, y eso me da un dolor incalculable”, lamenta el cubano.