En Cuba se siguen construyendo hoteles y remozando instalaciones turísticas, a pesar de que muchas de ellas apenas logran llenar ni el 40 % de sus capacidades. Y es que al gobierno le preocupa la captación de divisas a como dé lugar, sin importar que se inviertan tantos recursos en el turismo que pudieran ser destinados a hospitales o escuelas.
Dos expertos cubanos que habitualmente razonan sobre estos temas publicaron sus opiniones recientes sobre la fabricación de tantos hoteles en Cuba mientras que existe muy poco turismo para cubrirlos. El propio economista Pedro Monreal argumentó que resulta un “negocio quebrado” debido a la bajísima tasa de ocupación de 15,6% en 2022.
Según sus palabras citadas por Diario de Cuba, estas cifras estuvieron muy por debajo que la de los destinos de playa similares en México (63,9% en mayo de 2022) y República Dominicana, con tasas superiores a 70% en Punta Cana y en Romana-Bayahibe en 2022.
Hoteles para el turismo en Cuba
“El problema de la muy baja ocupación hotelera de 15,6% en Cuba no se limita a encontrarse en desventaja respecto a competidores cercanos, sino a que es inferior al nivel a partir del cual se obtienen ganancias (breakeven point), que en promedio se estima en un 52% en el Caribe”, considera el experto.
En tanto, también el economista Elías Amor publicó al respecto en un artículo publicado de su blog CubaEconomía y argumentó que el ingreso de turistas internacionales el año pasado se situó en 62,1%, mucho menor que en 2019, aunque el indicador de pernoctaciones que combina el número de turistas y de días, se redujo más aún, a un 69%.
“La recuperación de 2022 es insuficiente, y hay motivos para pensar que las distancias que se tienen que recorrer para regresar a un escenario de normalidad, son todavía muy importantes, y lo que es peor, no parece que en este año 2023 se consiga cerrar la brecha”, concluyó Amor al respecto.