El exmandatario Donald Trump hará todo lo posible por volver a la Casa Blanca, incluso desestimar los recientes cargos en su contra que involucran a una actriz porno.
En su última aparición pública en Waco, Texas esta semana dejó claro que avanzará en su campaña sin que importen las acusaciones.
“El fiscal del distrito de Nueva York, bajo los auspicios y la dirección del ‘departamento de la injusticia’ en Washington DC, me estaba investigando por algo que no es un crimen, no es un delito menor”, precisó Trump delante de sus partidarios republicanos.
El expresidente estadounidense fue acusado por las autoridades del estado de Nueva York por cargos que involucran el pago de 130.000 dólares a la actriz porno Stormy Daniels, cuyo verdadero nombre es Stephanie G. Clifford, para silenciar los rumores de una supuesta relación entre ellos.
Según reseñan varios medios internacionales, la relación entre el magnate y la joven tuvo lugar en julio de 2006, cuando la actriz de cine porno lo conoció en un club de golf de Nebraska y comenzaron a mantener una relación amorosa extramatrimonial, ya que Trump habría contraído nupcias hacía poco tiempo con Melania.
De acuerdo con el relato de la actriz a los medios, Trump la habría invitado a subir a su habitación para tener una cena, pero la recibió “en pijama en el sofá”. También asegura que luego tuvieron una relación sexual, aunque él lo niega rotundamente.
Donald Trump y Stormy Daniels
Sin embargo, las acusaciones se derivan tras el presunto pago a Daniels de los miles de dólares para silenciar a una actriz justo antes de las presidenciales de 2016.
De acuerdo con reporte de la revista Forbes, fue el exabogado de Trump, Michael Cohen, quien supuestamente le pagó el dinero a la mujer que fue reembolsado como “honorarios legales” mediante su empresa, la Organización Trump.
“Falsificar expedientes empresariales para encubrir un delito es un delito grave en el estado de Nueva York y conlleva pena de prisión de hasta cuatro años”, precisa la fuente.
Mientras tanto, Trump no da crédito a las acusaciones y ha llegado hasta despreciar públicamente a la actriz llamándola “cara de caballo”.
Para el republicano, se trata solamente de “una cacería de brujas y una investigación falsa tras otra” en su contra que no lo limitará para presentarse con mayor fuerza a la presidencia de Estados Unidos.