Fue en el año 2021 y bajo los efectos de una pandemia cuando al gobierno de Cuba se le ocurrió aplicar un giro imprevisto a su política económica a la que llamó “Tarea Ordenamiento”. La nueva línea de cambios incluía la supresión gradual del peso convertible que derivó en una dolarización total del país.
Lejos de ser fructífera y “necesaria para la economía del país” como en aquel momento dijeron sus principales promotores, incluyendo a su impulsor número uno Marino Murillo, la tarea ordenamiento realmente llegó para desordenar aún más a la isla en crisis.
Poco a poco los alimentos comenzaron a escasear y las brechas de poder adquisitivo se fueron distanciando sin precedentes al marginar aún más a una buena parte de la población que no recibe remesas con la apertura de las tiendas en divisa (Moneda Libremente Convertible).
Todo lo anterior fue reconocido en un informe reciente presentado por el Programa Mundial de Alimentos (PMA) de Naciones Unidas al presentar sus conclusiones sobre Cuba del año 2022.
“Esta reforma, denominada Tarea Ordenamiento, aún no ha logrado los resultados deseados. Por lo tanto, la escasez de productos básicos y el aumento de los precios mundiales de los alimentos contribuyeron a la inflación nacional”, reconoce el documento.
Tarea ordenamiento en Cuba
El propio programa reconoce que la gran dependencia del país de las importaciones y cómo esta reforma monetaria iniciada en 2021 redujo los subsidios alimentarios, empujando la inflación más alta de lo previsto.
También alegan que, en general, la dieta del hogar cubano promedio es pobre en micronutrientes y no resulta lo suficientemente saludable o diversa debido a la disponibilidad limitada e inestable de alimentos nutritivos.
“El salario mínimo mensual es insuficiente para cubrir las necesidades nutricionales restantes recomendadas para la población cubana”, agrega el informe.
En ese sentido, el programa advierte que los más afectados por el difícil contexto socioeconómico fueron los grupos de ingresos más bajos, como los pensionados y los trabajadores del sector público sin acceso a divisas. “El PMA seguirá vigilando los efectos de la reforma (tarea ordenamiento), especialmente en la seguridad alimentaria de los hogares de bajos ingresos”, concluyen.