La justicia de Estados Unidos, condenó este fin de semana a Ángel Luis México, un cubano que llegó a las EEUU en los 80´s y que fue sentenciado a cadena perpetua en Houston tras el brutal asesinato del dueño de un bar en 2018.
Este es un ejemplo de cómo la violencia y el crimen pueden arruinar la vida de las personas que buscan una oportunidad en otro país. No obstante, según investigaciones, México fue uno de los presos liberados por Fidel Castro, cuando los acontecimientos del Mariel.
Ángel Luis México nació en Cuba y fue uno de los miles de presos que fueron liberados por el gobierno de Fidel Castro en 1980 para que emigraran hacia EEUU por el Puerto de Mariel, en lo que se conoce como el éxodo del Mariel. Sin embargo, México no aprovechó la oportunidad de empezar una nueva vida y se dedicó a cometer delitos desde que pisó suelo estadounidense.
Según los registros, México fue condenado por primera vez en 1981 por apuñalar a una mujer en Minnesota. Dos años después, fue sentenciado por robo en Texas. En 1987, recibió una pena de 25 años de cárcel por disparar contra oficiales de policía. Y tras cumplir esa condena, volvió a ingresar en varias ocasiones a prisión por otros actos violentos.
Perpetua para cubano de Houston
El crimen que le costó la cadena perpetua ocurrió en junio del 2018, cuando México emboscó a Lamonte Bush, de 42 años, en las afueras del club nocturno que poseía en el área de Wayside, en Houston. Bush estaba hablando con su esposa y su hija de 9 años cuando México se acercó por la espalda y le disparó en la nuca, matándolo al instante.
La fiscal del Condado Harris, Kim Ogg, anunció la sentencia de México el pasado jueves y dijo que se había trabajado por cinco años para obtener la justicia para la familia de Bush. Ogg también calificó a México como un “asesino despiadado” y un “peligro para la sociedad”.
La viuda de Bush, Sherry Bush, expresó su alivio por la sentencia y dijo que su esposo era un hombre trabajador y amoroso que había cumplido su sueño de abrir su propio negocio. También dijo que su hija todavía sufre por la pérdida de su padre y que espera que México nunca salga de la cárcel.
Este caso nos muestra las consecuencias trágicas de la violencia y el crimen, tanto para las víctimas como para los victimarios. También nos hace reflexionar sobre el valor de la vida y la importancia de aprovechar las oportunidades que nos ofrece este país.