El pelotero cubano de los Rays de Tampa en Grandes Ligas, Randy Arozarena, confesó a la cadena deportiva Fox Sports, cuál fue la tragedia familiar en su vida, que lo cambió todo y aceleró su salida de Cuba, de cualquier manera.
Arozarena es un jugador de béisbol profesional que nació en Cuba y se nacionalizó mexicano. Actualmente juega como jardinero para los Tampa Bay Rays en la Major League Baseball (MLB) y también forma parte del equipo nacional de México que participa en el Clásico Mundial de Béisbol.
“Mi papá me fue a ver a un juego de pelota, el juego era a las 7 de la noche, mi papá se fue a las 5 pal’ campo, a ver el entrenamiento y ver el juego, y cuando mi papá llega al campo y yo iba al campo para jugar esa noche, mi papá fallece ahí en la grada”, dijo el pinareño.
“No tenía papá, yo con 18 años cobraba más que mi mamá y tenía que buscar algo para ayudar a mi familia (…) Al no tener a mi papá y decepcionado de la pelota yo digo ‘no tengo para hacer algo aquí, tengo que escaparme para ayudar a mi mamá’ y lo hablé con ella y di el paso y ya estoy aquí”, agregó.
Randy Arozarena y la tragedia que lo marcó
Arozarena comenzó su carrera deportiva en Cuba, donde jugó para los Vegueros de Pinar del Río en la Serie Nacional. Sin embargo, en 2015 decidió abandonar la isla en una lancha junto con otras ocho personas y llegó a Isla Mujeres, México. Allí se estableció y empezó a jugar en ligas locales hasta que fue fichado por los Toros de Tijuana y luego por los Mayos de Navojoa.
En 2016, Arozarena firmó con los Cardenales de San Luis como agente libre internacional por 1.25 millones de dólares. Debutó en la MLB en 2019 y al año siguiente fue traspasado a los Tampa Bay Rays, donde tuvo una destacada actuación en la postemporada de 2020. Bateó diez jonrones en un solo campeonato, un récord histórico, y fue nombrado el Jugador Más Valioso (MVP) de la Serie de Campeonato de la Liga Americana.
Arozarena siempre expresó su deseo de representar a México en competencias internacionales, ya que se sentía agradecido con el país que lo acogió. En abril de 2022, obtuvo la ciudadanía mexicana y pudo cumplir su sueño de jugar por México en el Clásico Mundial de Béisbol, que se realizó este año en Asia y Estados Unidos. Arozarena ha sido una de las figuras más sobresalientes del equipo mexicano, que logró el tercer lugar del torneo.
El cubano es un ejemplo de superación personal y deportiva, que ha demostrado su talento y su amor por el béisbol y por México.