Si bien las autoridades de La Habana esperan que la situación epidemiológica mejore en la capital de Cuba y que este cambio, “para bien”, no demora, el optimismo no debe invitar a la confianza.
Según publica Granma, en el encuentro de este viernes del Grupo temporal de trabajo para la prevención y control de la COVID-19, el Presidente de la República de Cuba expresó
En los últimos nueve días, la tendencia era a decrecer, pero los tres últimos han sido los peores para La Habana
Apoyando esta idea, el gobernador de La Habana, Reinaldo García Zapata, comunicó que las capacidades para ingresar en centros de aislamiento a los contactos se han incrementado.
Esto incluye la incorporación de instalaciones que destinadas a los viajeros internacionales que arriben a Cuba, las cuales “han empezado a liberarse” tras la limitación de los vuelos impuesta por el gobierno de la isla.
García Zapata manifestó que “la vida ha ido demostrando que el aislamiento domiciliario de los contactos no ha dado los resultados esperados”.
En varias ocasiones, los propios gobernantes de La Habana han reconocido el incumplimiento de las medidas higiénico-sanitarias en los hogares de personas vinculadas a casos positivos o sospechosos.
Por ejemplo, Cuba reporta desde el primero de noviembre de 2020, más de 10 mil casos vinculados directa o indirectamente a viajeros internacionales.
Las autoridades en el país han insistido en que la apertura de las fronteras cubanas propició lo que llaman la “tercera ola”.
A pesar de estos datos, el gobernador de la capital de Cuba confía en que las decisiones que se han adoptado en días recientes “ya tienen que ir arrojando resultados”.
Como se ha informado en los medios, continúan con el indicador más elevado las provincias de La Habana (con 282,09 por 100 000 habitantes), Guantánamo (257,70), Santiago de Cuba (171,05) y el municipio especial Isla de la Juventud (141,35).