Julita Osendi fue una de las voces más reconocidas y polémicas del periodismo deportivo en Cuba durante más de tres décadas. Su pasión por el deporte, su estilo directo y su personalidad arrolladora la convirtieron en una figura emblemática de la televisión cubana. Sin embargo, en los últimos años, su presencia se fue apagando y sus opiniones han cambiado radicalmente.
Julita Osendi nació en el Cerro, La Habana, en 1954. Se graduó de periodismo en la Universidad de La Habana en 1977 y comenzó su carrera en la radio, donde fue jefa de información, reportera, redactora, locutora y comentarista deportiva. En 1980 pasó a la televisión, donde se especializó en el béisbol, el deporte nacional de Cuba.
Durante su trayectoria profesional, Julita Osendi cubrió seis Juegos Olímpicos, seis Campeonatos Mundiales de Atletismo, tres Clásicos Mundiales de Béisbol y varios Juegos Panamericanos y Centroamericanos. También realizó más de 50 trabajos especiales y documentales sobre atletas y equipos cubanos, como Ana Fidelia Quirós, Alberto Juantorena, Javier Sotomayor, Omar Linares, Pedro Medina y Roger Machado.
Julita Osendi enciende la polémica en redes en Cuba
Julita Osendi se caracterizó por su cercanía con los deportistas, a quienes consideraba sus amigos y a quienes defendía con vehemencia ante las críticas. También se destacó por su franqueza y su sentido del humor, que a veces le causaron problemas con las autoridades y con algunos colegas. Su sueño era ser narradora deportiva, pero reconoció que no tenía las condiciones para ello.
En 2013 recibió la Moneda Conmemorativa 50 Aniversario de la Unión de Periodistas de Cuba (UPEC), un reconocimiento a su labor periodística. Sin embargo, poco después se retiró de la televisión y se dedicó a cuidar de sus nietos. En ese momento comenzó su desencanto con el sistema político y social cubano.
Ahora acaba de sorprender a muchos con una publicación en Facebook en la que expresó su decepción y su tristeza por la situación del país. Criticó la falta de alimentos, medicinas y productos básicos; la inflación descontrolada; la emigración masiva; y la corrupción y el cinismo de los dirigentes. Afirmó que había perdido su vida creyendo en una “falacia maquiavélica y atroz” y que ya no tenía esperanzas en el régimen cubano.
Su mensaje causó revuelo en las redes sociales y generó reacciones diversas. Algunos la apoyaron y le agradecieron su valentía; otros la cuestionaron y le reprocharon su cambio de postura; y otros la ignoraron o la atacaron. Lo cierto es que Julita Osendi rompió el silencio y mostró una faceta desconocida para muchos de sus seguidores.
¿Saben? Estoy cansada y triste, mucho, de haberme equivocado tanto. Y lo más triste es haber perdido la vida creyendo en esta falacia maquiavélica y atroz”, concluyó en su mensaje.