El arroz destaca como uno de los productos más consumidos por las familias cubanas a falta de otros cereales y productos cárnicos que llevar a la mesa cada día. Sin embargo, desde hace muchos meses se ha convertido en un alimento privativo debido a sus altos precios en el mercado informal y su total ausencia en las tiendas estatales.
A finales del año pasado los medios oficiales anunciaron que no se había cumplido la producción del grano por lo que se pronosticaba una crisis en todo el país. Según dijeron en aquel momento, se debía a la baja productividad en los campos, la carencia de materias primas y el costo tan alto de las importaciones.
Ahora, el propio gobernador de Villa Clara Alberto López dijo a los medios de esta provincia que no existe dinero suficiente en el país para adquirir arroz mediante la importación. Todo ello agravado por la crisis con el combustible.
“No lo va a comprar el país porque el precio ha crecido”, dijo López en una reunión. “No tenemos dinero”, aseguró. Específicamente en esta región central del país la libra de arroz se está vendiendo a 200 pesos en el mercado informal. En otras provincias se ha elevado su precio hasta los 230 pesos por libra.
Arroz en Cuba
Cuba requiere más de 600 000 toneladas para cubrir la canasta familiar normada y el consumo social. Sin embargo, según Granma, la realidad indica que esa amplia demanda solo puede ser satisfecha, en más de las dos terceras partes, mediante la vía de las importaciones desde países bastante alejados de la nación caribeña.
Un directivo entrevistado por el diario oficialista reconoció en diciembre pasado que tendrán que trascurrir más de tres años para que logre recuperarse la producción de arroz en el país. Por otra parte, los campesinos que lo siembran sufren trabas burocráticas para cosecharlo, regarlo y transportarlo debido a la escasez de combustible.