La consabida crisis de combustible en Cuba podría generar bajos índices de la llegada de turistas, un sector que no ha logrado recuperarse a la altura de la etapa prepandémica.
Un reporte de la agencia EFE confirma que Cuba se encuentra entre las naciones caribeñas con muy bajos porcentajes de visitantes internacionales en comparación con otros destinos de sol y playa como República Dominicana y Cancún. Las propias cifras oficiales revelan que la tasa de ocupación hotelera en 2022 fue del 15,6 %, frente al 48,2 % logrado en 2019.
Varios economistas cubanos consultados por EFE desconfían en que este año se alcance la meta de 3,5 millones de turistas proyectada por el Gobierno, debido a causas como los frecuentes apagones, escasez de alimentos, medicinas y combustible, y carreteras y otras infraestructuras públicas en mal estado.
“Un menor número de visitantes implica una menor entrada de divisas y más dificultades para salir de la crisis económica, que a su vez dificulta la recuperación del turismo”, argumenta el profesor cubano Omar Everleny.
Este experto considera que la situación tan compleja de la economía afecta al sector porque, por ejemplo, un turista necesita alquilar un automóvil para moverse por el país y no tiene combustible, o a veces en un hotel cinco estrellas no existen los insumos necesarios acorde a los precios que se imponen en estos resorts.
Crisis con el combustible en Cuba
Everleny explica al respecto que “es necesario invertir en una industria extrahotelera competitiva porque si el turista solo va a gastar en el hotel es mínimo el ingreso que tendrá esa instalación”.
Por su parte, el también economista Elías Amor advierte que “ese lento crecimiento impide obtener divisas que el Estado necesita para desarrollar sus programas y funciones, reduciendo el potencial de crecimiento económico”.
Amor considera también que el estado “desatiende otros renglones de la actividad económica esenciales, como la energía, agua, infraestructuras o vivienda” al seguir invirtiendo en hoteles.