¿Qué hace el presidente de Cuba en un restaurante de lujo en Roma? El pasado miércoles 21 de junio, el presidente designado de Cuba, Miguel Díaz-Canel Bermúdez, y su esposa Lis Cuesta, fueron vistos saliendo del restaurante Pierluigi, uno de los más exclusivos y caros de la capital italiana.
Según un video publicado por el actor estadounidense Jeff Parise, quien los reconoció en la calle, la pareja cenó con su comitiva de seguridad en este local especializado en pescados y mariscos frescos.
Pierluigi es un restaurante histórico que abrió sus puertas en 1938 y que se encuentra en la Plaza de Ricci, en el centro de Roma. Su carta ofrece una variedad de platos elaborados con ingredientes de temporada y de alta calidad, así como una amplia selección de vinos y licores.
Entre sus clientes habituales se encuentran celebridades del mundo del deporte, el cine, la música y la política. Algunos de los que han pasado por sus mesas son el futbolista Pablo Dybala, los actores Tom Cruise y Florence Pugh, el músico Nick Jonas y el expresidente estadounidense Barack Obama.
Canel y Lis Cuesta de lujo por Roma
Sin embargo, no todos pueden permitirse el lujo de comer en Pierluigi. Según las opiniones de los usuarios en internet, el precio medio por persona ronda los 100 dólares, sin contar las propinas ni las bebidas.
Algunos comensales se han quejado de que la cuenta es exagerada y que hay cargos adicionales por conceptos como el pan o los postres. Además, se necesita reservar con antelación para conseguir una mesa, sobre todo si se quiere disfrutar de la terraza al aire libre.
Mientras tanto, en Cuba, la situación económica y social es cada vez más crítica. La escasez de alimentos, medicinas, combustible y otros productos básicos es una realidad cotidiana para millones de cubanos que tienen que hacer largas colas para conseguir lo poco que hay.
La inflación se ha disparado por las medidas adoptadas por el gobierno para enfrentar la crisis. La pandemia del coronavirus ha agravado aún más las condiciones de vida y de salud de la población, que sufre los efectos del bloqueo interno y externo.
Ante este panorama, resulta indignante ver cómo el presidente Díaz-Canel y su esposa se dan la gran vida en Europa con el dinero del pueblo cubano. No es la primera vez que lo hacen. En cada viaje al extranjero para supuestas giras oficiales, se les ha visto gastando en hoteles, tiendas y restaurantes de lujo. En diciembre de 2022, Lis Cuesta fue captada comprando ropa para niños en Granada, mientras su marido simulaba una visita a varios países del Caribe.
Estas imágenes contrastan con el discurso oficial del gobierno, que se presenta como defensor de los pobres y los oprimidos y que culpa a Estados Unidos y al embargo de todos sus males. La realidad es que los verdaderos responsables de la miseria y la represión en Cuba son los propios dirigentes que viven como reyes mientras el pueblo sufre.