Si de algo se arrepiente Yuli Gurriel, el veterano infielder de los Marlins de Miami en las Grandes Ligas, es de no haberse fugado antes de un equipo Cuba en algún torneo internacional o de la misma isla sin más miramientos. El intermedio del clan Gurriel sabe que de haber llegado antes a la Gran Carpa, su futuro fuera mucho más luminoso.
En entrevista con Backstage Deportivo, de la Familia Cubana, el Yuli de Cuba, campeón con los Astros de Houston en MLB la pasada campaña, habló a las claras de esta situación, y apuntó a la juventud e inexperiencia no haber tomado previamente esa decisión que finalmente lo hizo huir con su hermano Lourdes Gurriel Jr, durante una Serie del Caribe.
“En ese momento ni remotamente pensaba desertar del equipo Cuba, incluso en esos tiempos era un poco más difícil todavía, en el sentido de que resultaba complicado salir en torneos de envergadura y había presión, sobre todo con los muchachos jóvenes que ellos sabían que tenían posibilidades de quedarse”, contó.
Yuli Gurriel sobre salir del Cuba y probarse en MLB
El primera base de los Marlins detalló que su gran oportunidad estuvo en el I Clásico Mundial en Puerto Rico y EE.UU, cuando la prensa y los scouts comenzaron a hablar bien de él y a comentar que tenía futuro en Grandes Ligas. No obstante, contó que lo tenían vigilado y que en una ocasión la Seguridad no lo dejó ni entrar solo a una sala de videojuegos.
“Me dijeron que no, ya habían hablado mucho sobre lo que había pasado el día antes en San Juan, y yo les dije que a mí no me paraba nadie, que iría a jugar. Entonces me dicen que esperara, fueron, buscaron la consola, los mandos, todo, y lo trajeron y me lo pusieron en la habitación. No sé cómo lo hicieron, pero me lo pusieron allí”, añadió.
“Después en San Diego los agentes de peloteros de Grandes Ligas venían y me elogiaban, me preguntaban si nunca había soñado con jugar en MLB, y yo ajeno a todo les respondía que nosotros no podíamos. Después es que uno más o menos entiende lo que uno representaba en ese momento y esa inexperiencia fue lo que hizo que no diera el paso”, sentenció.
No obstante, dice Gurriel que “el tiempo de Dios es perfecto” y a lo mejor si se hubiese ido durante el Primer Clásico todo habría salido mal o a su hermano Lourdes no lo hubieran dejado salir del país.
“Uno siempre quiere probarse en este béisbol estando en su máxima potencia física, es decir de 21 a 26 años (…) en fin, me siento contento de que las cosas hayan ocurrido como ocurrieron”, concluyó.