El humorista cubano Luis Silva, quien se ha hecho famoso por su personaje de “Pánfilo” en el programa “Vivir del Cuento” de la TV Cubana, expresó su escepticismo en las redes sociales sobre la “bancarización” del gobierno de Miguel Díaz-Canel, calificándola como un “nuevo experimento” que, según él, no traerá nada bueno.
Silva compartió sus pensamientos sobre el asunto en una publicación del periodista pro-gobierno Lázaro Manuel Alonso, quien reaccionó “sorprendido” ante este nuevo negocio de reventa de efectivo a cambio de aún más dinero virtual a través de transferencias.
“Al calor de la bancarización, o con justificación en ella, varias personas aprovechan el río revuelto para engordar el bolsillo digital. Un nuevo tipo de negocio al margen de la legalidad, que busca ganancias a costa de quienes necesitan efectivo y no lo encuentran en los cajeros. Muchos análisis están por venir sobre un fenómeno que empieza a ganar clientes”, dijo Alonso en su perfil de Facebook.
Luis Silva reacciona a la bancarización de Canel
El actor y humorista comentó que esto no era aprovecharse de la situación, era “lo que se sabía que iba a pasar. Desde el mismo primer día de la bancarización, mi hermano y yo comentábamos que pasaría eso. Allá los que toman decisiones que todo les coge por sorpresa”.
Silva añadió que como consecuencia de esta medida impopular, “varios dueños de Mipymes importadores de alimentos, empezaron a cancelar sus contenedores. Ya comenzó a escasear determinados productos en las bodeguitas particulares”.
“En un mes, veremos el gran resultado de la BANCARIZACIÓN. Porque ¿qué coño hace el dueño de un negocio, con su dinero metido en un banco, sin poder hacer nada con él? Para poder volver a importar, necesita comprar dólares. En fin. Continúan los experimentos”, finalizó.
El Banco Central cubano (BCC) el pasado 2 de agosto lanzó un paquete de medidas que incluyó la “bancarización y potenciación de pagos por canales electrónicos” para paliar la situación en medio de una crisis de efectivo y una inflación en frenos.
La realidad es que no hay dinero en efectivo ni para pagar los salarios y abundan las colas detrás del dinero cash.