Los mercados de pulgas — Flea Markets — son lugares donde muchos hispanos en Florida encuentran productos a buen precio y se sienten como en casa.
Sin embargo, desde que entró en vigor la ley SB 1718, que endurece las sanciones contra la migración irregular, estos espacios han perdido clientela y vitalidad.
Sandra Aguilar es una comerciante que vende ropa en uno de los mercados más concurridos del sur de Florida. Lleva casi diez años trabajando allí y dice que nunca había visto una situación tan difícil. “Ha bajado demasiado, como un 70 u 80 % de la actividad, aproximadamente. ¿La razón? Es que muchos se han ido”, le cuenta a la Voz de América.
Según Aguilar, muchos de sus clientes habituales, inmigrantes indocumentados que trabajan en el campo y la construcción principalmente, decidieron abandonar el estado por temor a las consecuencias de la ley firmada por el gobernador Ron DeSantis, que entró en vigor el 1 de julio.
France Montoya, una residente colombiana que vive cerca del pulguero de Homestead, confirma a la VOA que en las últimas semanas ha habido menos flujo de visitantes.
“Suelo venir los domingos a este lugar, porque es mi día libre, y esto está muy muerto. Realmente no sé cuál es la razón, pero muchos apuntan que es por la situación migratoria, que mucha gente tiene miedo de que vengan agentes de inmigración a pedirles los papeles”.
LEY ANTIINMIGRANTE DeSantis
El gobierno de Florida no ha dado cifras del número de afectados por esta nueva legislación y tampoco se ha dado a conocer el número de personas que podrían haber abandonado el estado después del 1 de julio.
La medida castiga duramente la migración irregular en Florida y, entre otras cosas, contempla penas de prisión por trasladar indocumentados al estado. Se imponen penas de hasta 15 años de privación de libertad si el indocumentado es menor de edad y de 5 si supera los 18 años.
Además, a partir de ahora, las empresas con más de 25 empleados en Florida deberán utilizar el sistema E-Verify para comprobar el estatus migratorio de sus trabajadores.
Esta ley ha generado polémica y rechazo entre diversos sectores sociales y políticos, que la consideran inconstitucional, discriminatoria y contraproducente para la economía y la seguridad del estado.
Los mercados hispanos son solo un ejemplo del impacto que esta ley puede tener en la vida cotidiana de miles de personas que buscan una oportunidad en Florida.