En los últimos meses, se ha registrado un incremento notable de la llegada de migrantes cubanos a la frontera sur de Estados Unidos, donde se mezclan con otras nacionalidades que buscan una oportunidad de vida mejor.
Según datos oficiales, en octubre pasado cerca de 13 mil cubanos llegaron a la frontera sur de Estados Unidos.
En este contexto, el pasado 14 de noviembre se realizó en La Habana la segunda ronda de conversaciones sobre migración entre Cuba y Estados Unidos este año.
Según el vicecanciller cubano Carlos Fernández de Cossio, el objetivo fue “revisar el estado del cumplimiento” de los acuerdos bilaterales vigentes en esta materia.
Entre estos acuerdos se encuentra el Memorando de Entendimiento sobre Migración firmado en 1994 y ratificado en 2015, que establece que ambos países deben garantizar una migración “segura, legal y ordenada”. Así mismo, se comprometen a prevenir la migración irregular y a devolver a sus respectivos territorios a los migrantes interceptados en el mar.
El vicecanciller cubano afirmó que Estados Unidos no ha cumplido con su parte del acuerdo, al no otorgar las 20.000 visas anuales que se comprometió a dar a los cubanos, al mantener el embargo y al fomentar la desestabilización interna en Cuba.
Conversaciones migratorias Cuba-EE.UU.
“Para Estados Unidos, la prioridad de desestabilizar Cuba sigue primando sobre su interés de proteger sus fronteras”, declaró de Cossio a la prensa tras las conversaciones.
Por su parte, el Departamento de Estado de EE.UU. dijo que las conversaciones fueron “coherentes con nuestro interés en fomentar la reunificación familiar y promover un mayor respeto por los derechos humanos y las libertades fundamentales en Cuba”.
Recientemente, el subsecretario de Estado para Asuntos del Hemisferio Occidental, Brian Nichols, aseguró que el Gobierno de Estados Unidos se encuentra “preocupado por informes de un gran aumento en vuelos chárter con destino a Nicaragua, que facilitan la migración irregular desde Cuba y otros lugares hacia Estados Unidos”.
“Nadie debería de beneficiarse de la desesperación de los migrantes vulnerables ni los contrabandistas, ni empresas privadas, ni funcionarios públicos, ni Gobiernos”, señaló Nichols.