Según el último informe de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), Cuba se encuentra entre los cinco países del continente que sufren inflación crónica, junto con Argentina, Haití, Venezuela y Surinam.
La inflación crónica se refiere a un aumento sostenido y generalizado de los precios de los bienes y servicios, que erosiona el poder adquisitivo de la población y dificulta el desarrollo económico y social.
La CEPAL señala que entre junio de 2022 y junio de 2023, la inflación se aceleró en cuatro de estos países, con incrementos de 52,0 puntos porcentuales en Argentina, 16,5 puntos porcentuales en Cuba, 17,0 puntos porcentuales en Haití y 247,1 puntos porcentuales en Venezuela. Solo Surinam logró reducir su inflación crónica, pasando del 55,1% al 54,6% en el mismo período.
¿Qué factores explican esta situación? Según el economista cubano Pedro Monreal, Cuba se enfrenta a un mayor riesgo crediticio, lo que limita su capacidad de financiar sus necesidades económicas y sociales.
Además, el país ha mostrado una tendencia descendente a largo plazo del crecimiento económico, una débil recuperación pospandemia y una distancia considerable del 5% compatible con una senda de desarrollo.
Inflación en Cuba
El informe de la CEPAL revela que el crecimiento económico de Cuba fue menor en 2023 que en 2022, y que se espera que sea aún peor en 2024. De confirmarse las proyecciones del organismo internacional, Cuba registraría una tasa promedio anual negativa de crecimiento (-0,72) entre 2019 y 2024.
Estos datos evidencian la urgencia de implementar políticas económicas coherentes que permitan superar la crisis y mejorar las condiciones de vida de los cubanos.
Sin embargo, el gobierno de Miguel Díaz-Canel ha demostrado no tener estrategias claras ni efectivas para enfrentar los desafíos actuales y futuros. Por el contrario, ha profundizado la pobreza extrema y la desigualdad social en la isla.