El Observatorio Cubano de Auditoría Social (OCAC) ha publicado un informe titulado “Cuba: el saqueo de GAESA a la seguridad sanitaria”, que acusa a la nueva oligarquía cubana de apropiarse de al menos 69.8 mil millones de dólares de los salarios de los médicos en las brigadas internacionales.
Estos fondos, según el gobierno cubano, debían ser reinvertidos en el sistema de salud nacional, pero nunca lo fueron.
GAESA, el conglomerado de la nueva oligarquía cubana, utilizando el Banco Financiero Internacional, no solo despojó a los médicos de sus salarios, sino que también robó a la nación, lo que llevó al desmantelamiento del sistema de salud pública, denuncia la iniciativa de investigadores, periodistas independientes y activistas cubanos radicada en Madrid.
Cuando se enfrentó a las primeras acusaciones de trabajo forzado en el sector, en violación del derecho internacional, el gobierno cubano afirmó que los salarios confiscados a las brigadas médicas serían reinvertidos en el sistema de salud pública nacional.
Sin embargo, esto nunca ocurrió. Las estadísticas anuales de la Oficina Nacional de Estadísticas e Información de Cuba muestran una marcada disparidad entre los ingresos reconocidos aportados por las brigadas y el monto de las inversiones dedicadas a la salud pública. El informe confirma que, en los últimos 13 años, se invirtió 13 veces más en la construcción de nuevos hoteles que en el sector de la salud.
Según las cifras oficiales, en Cuba el número de hospitales disminuyó un 32% entre 2007 y 2018, todos los hospitales rurales fueron cerrados a partir de 2011, los policlínicos disminuyeron en un 9%, y todos los puestos médicos rurales y urbanos cerraron a partir de 2010.
Salud en Cuba
El país pasó de tener un total de 312,406 empleados como personal facultativo en el año 2021, a 281,098 en 2022. El personal de salud disminuyó en 31,308 en solo 12 meses, de 2021 a 2022. Esta categoría incluye técnicos superiores, medios y básicos, tecnólogos y otros licenciados de la Salud.
La falta de medicamentos básicos se ha duplicado este año en comparación con el año 2020. De 84 medicamentos faltantes en 2020, en 2023 la cifra llegó a 172.
Hoy en día, la seguridad sanitaria tiene dos niveles: aquellos que tienen familiares en la diáspora o acceso a dólares, y aquellos que dependen de ingresos en moneda nacional.
Los hospitales también carecen de insumos básicos y equipamiento para el diagnóstico y atención a pacientes, así como para mantener la limpieza y esterilidad de las instalaciones. Son los familiares los encargados de conseguir los insumos para cualquier procedimiento en el mercado negro.
Lee el informe completo aquí.