Cubanos incendian las redes por nuevas tarjetas para captar dólares 

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El Banco de Crédito y Comercio de Cuba (Bandec) y la financiera Cimex (Fincimex) han desatado un torbellino de reacciones en las redes sociales con el anuncio de nuevas tarjetas de pago en dólares en la isla.

Los cubanos han expresado su descontento y escepticismo ante la noticia. “No inviertan un centavo en ninguna moneda virtual del gobierno, guarde sus dólares debajo de la almohada”, aconseja un usuario, mientras que otro critica la supuesta multiplicidad monetaria y cambiaria que ha surgido a raíz de la tarea ordenamiento.

Un usuario que ya posee una tarjeta USD/MLC de BANDEC señala que esto es una demostración evidente de que el MLC no es moneda, sino un bono que depende de los productos y servicios. Otros usuarios ven en estas nuevas tarjetas una estrategia más para recoger dólares para los “mafiosos de Cuba”.

¿Qué es la Tarjeta Clásica de Fincimex y la Tarjeta Prepago USD de Bandec?

Fincimex ha lanzado un nuevo producto financiero, la Tarjeta Clásica nominada en USD, que podrá ser adquirida y utilizada a partir del 24 de enero de 2024 en toda la red comercial del país que cuente con terminales de punto de venta (POS). El cliente podrá adquirir la tarjeta por un precio de venta de 4.00 USD, pero el saldo no es reembolsable en caso de salida del país.

Por su parte, Bandec ofrece un medio de pago electrónico de uso exclusivo en el territorio nacional, vigente por cinco años. 

Esta tarjeta podrá adquirirse en las sucursales seleccionadas de Bandec y en la red de oficinas de Cadeca, en efectivo en cualquiera de las divisas autorizadas a circular en el país por un valor mínimo de 50.00 USD del que se descuenta una comisión de 4.00 USD por su compra. 

A diferencia de la tarjeta de Fincimex, el titular de la tarjeta de Bandec podrá ser reembolsado del monto no utilizado, hasta un máximo de 100.00 USD o su equivalente en otra divisa disponible, presentando siempre su pase de abordar.

Estas nuevas tarjetas han generado un aluvión de críticas y controversia, evidenciando una vez más la complejidad y la tensión en torno a la economía y la política monetaria en Cuba.

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