La reciente muerte de la cantante cubana Juana Bacallao ha dejado una huella profunda en el corazón del pueblo cubano. Sin embargo, la ausencia de los miembros del Ministerio de Cultura y los representantes del gobierno en sus actos fúnebres ha generado críticas y cuestionamientos.
Juana Bacallao, una figura icónica de la música cubana, falleció el sábado 24 de febrero después de estar ingresada en el Hospital Militar “Carlos J. Finlay” en La Habana con pronóstico reservado.
A pesar de la tristeza que esta noticia ha causado en la población, los líderes del gobierno cubano se limitaron a publicar mensajes de condolencias, pero no asistieron a los actos fúnebres, denunció Cubanos por el Mundo.
Esta ausencia ha sido interpretada como una muestra más del racismo que invade los corazones de los comunistas y dirigentes culturales. A pesar de no asistir a los actos fúnebres de Bacallao, sí estuvieron presentes en la clausura del Festival de la Salsa, compara el citado medio.
El locutor cubano Yunior Morales reflexionó sobre el abandono de la dictadura cubana hacia los artistas de la isla. “Después de todo lo que han entregado y es el caso ahora de Juana Bacallao, que se fue sin todo lo que merecía”, dijo Morales.
JUANA BACALLAO
Juana Bacallao, nacida como Neris Amelia Martínez Salazar, fue una cantante y músico cubana reconocida por su voz profunda y sus vibrantes actuaciones. Nacida en La Habana en 1925, Bacallao comenzó su carrera bajo la tutela de Obdulio Morales, quien compuso la guaracha “Juana Bacallao”, que se convirtió en su nombre artístico.
Su vida estuvo marcada por la lucha y la superación. Creció en una familia humilde y quedó huérfana a temprana edad, lo que la llevó a un internado de monjas. Su talento fue descubierto por Obdulio Morales mientras ella cantaba mientras limpiaba casas. A partir de ese momento, su carrera despegó, llevando su música a escenarios de todo el mundo y compartiendo tarima con artistas de la talla de Nat King Cole, Bola de Nieve y Beny Moré.
Su estilo único y su personalidad arrolladora la convirtieron en una figura emblemática del cabaret cubano.