A pesar de la crisis energética, con apagones de más de 10 horas para la población, y la escasez de combustible, alimentos e implementos deportivos, el gobierno cubano insiste en hacer la 63 Serie Nacional de Béisbol, que iniciará este sábado 9 de marzo.
El evento, considerado el principal del país, se desarrollará en medio de un “paquetazo económico” y con el objetivo de entretener a la población. Se jugarán subseries de cinco juegos, de martes a domingo, durante el día debido al déficit energético.
Se ha confirmado la presencia de ocho grupos de árbitros, incluyendo mujeres, que se encargarán de velar por el cumplimiento de las reglas.
Serie beisbolera en medio del caos de un país
Las autoridades del béisbol cubano han reconocido la escasez de implementos para esta temporada. A cada equipo se le entregarán solo 25 bates y los directivos de cada provincia serán responsables de “aportar otros para que no exista déficit”.
También se han detectado deficiencias en varios estadios provinciales, con problemas en el terreno de juego, las instalaciones y los baños. A pesar de estas dificultades, las autoridades insisten en que la Serie Nacional es “prioritaria” para el gobierno y se llevará a cabo según lo previsto.
La 63 Serie Nacional de Béisbol se perfila como un evento marcado por la crisis económica y social que atraviesa Cuba. El régimen busca mantener la pelota como un símbolo de unidad nacional, mientras la población enfrenta las duras realidades del día a día. ¿Por qué hacerlo? Seguro se acuerda de aquella frase romana de “pan y circo” para el pueblo.