La joven promesa del judo cubano, Ayumi Leiva, se vio obligada a huir de su país para perseguir sus sueños. Cansada de las limitaciones y falta de oportunidades en Cuba, Leiva tomó la difícil decisión de escapar durante una escala en Madrid en agosto de 2021.
En ese momento, Leiva, con solo 19 años, era una de las figuras más destacadas en la categoría de 48 kg en Cuba, ocupando el quinto lugar en el Campeonato Panamericano Senior 2020. Sin embargo, ella sabía que para alcanzar su máximo potencial, debía buscar un nuevo horizonte.
Junto a su compañera Nahomys Acosta (52 kg), Leiva emprendió un viaje incierto, dejando atrás a su familia y todo lo que conocía. A su llegada a España, ambas solicitaron asilo político y fueron acogidas en un centro de ayuda.
Los primeros meses fueron duros para Leiva, quien se enfrentaba a la soledad, la añoranza de su madre y la dificultad para integrarse en un nuevo entorno cultural y deportivo. Sin embargo, su determinación y perseverancia la impulsaron a seguir adelante.
Un nuevo hogar y una carrera en ascenso
Poco a poco, Leiva se fue adaptando a su nueva vida en Valencia. Se unió a un club de judo local, donde encontró el apoyo y la motivación que necesitaba para continuar su carrera deportiva. Su talento y dedicación no tardaron en dar frutos.
En 2023, Leiva recibió la nacionalidad española y comenzó a competir oficialmente por su nuevo país. Ese mismo año, cosechó dos medallas de bronce en los Grand Slam de Antalya y Astaná, demostrando su valía como judoca de élite.
Con la bandera española en el pecho, Leiva tiene la mira puesta en los Juegos Olímpicos de París 2028. Su historia es un ejemplo de superación y resiliencia, una inspiración para aquellos que persiguen sus sueños a pesar de las adversidades.
La historia de Ayumi Leiva es un recordatorio de que el talento y la determinación pueden triunfar sobre cualquier obstáculo.