La publicación del Instituto Nacional de Deportes, Educación Física y Recreación (INDER), JIT, ha llevado a un nuevo nivel las críticas sobre los peloteros cubanos que decidieron abandonar la selección nacional para buscar otro futuro.
Si bien la Federación Cubana de Béisbol (FCB) y el propio INDER habían centrado su postura en culpar al bloqueo del acuerdo Cuba-MLB por las fugas de talentos, una nota firmada por la redacción de JIT va un poco más allá.
Eufóricos tras la hazaña de ganarle a Taipei de China, Alemania, República Checa y Dominicana, desde el medio oficial del INDER señalaron:
“(…) siete atletas elegían el camino de abandonar a sus compañeros en medio de la justa, algo que sin darle matiz político alguno debe catalogarse como una traición deportiva, vaya, como una mierda en todo el sentido de la palabra, hablando en buen cubano”.
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Ni siquiera el comentarista de la TV cubana, Pavel Otero, se atrevió a tanto. Y eso que llegó a decir que desde Estados Unidos se pagaban esas “maniobras para ridiculizar a nuestro equipo”.
Pocas explicaciones, desde el ámbito puramente deportivo, han merecido las derrotas del Cuba por tierras mexicanas.
Cero mención a los problemas de siempre: picheo descontrolado, bates pesados, imposibilidad de hacer ajustes, errores que van a las estadísticas y otros que no, diferencias evidentes en el físico de los atletas cubanos y el resto.
Visto lo visto, no parece que Cousín o Tur pudieran haber cambiado la historia que Cuba escribe en la U 23 World Cup.
Sería poco objetivo no reconocer que jugar la ronda más difícil de todas con solo 7 lanzadores, presiona al equipo y a su cuerpo de dirección.
Pero también es inexacto achacar los malos resultados del conjunto a los jugadores que aprovecharon la oportunidad que tuvieron para buscar otra vida. Mucho menos calificar su actitud de ‘traición’ o ‘una mierda’.
Los que regresen merecen todo el reconocimiento social , pues desde el punto de vista deportivo para cualquier atleta , su mayor objetivo i sueño deve ser representar a su país dignamente,esta cuestión de desertar en un evento internacional y colectivo, es la mayor traición al juramento contraído consigo mismo, con su pueblo y su país, es una traición a lo ético a lo deportivo, a lo moral,por encima de cualquier criterio político o económico,Y en el béisbol i cualquier deporte colectivo , si afecta , tanto sicologicamente como tecnico táctico, pues cada integrante tiene una función, si no fuese así se llevarán nada más a 9 integrantes, a su vez recarga en el resto de los jugadores todo el esfuerzo y pone en desventaja al equipo con relación al otro y eso sin pensar q desde q uno pertenece a un equipo , uno sabe quienes pueden marcar la diferencia en cuanto a la victoria , por tanto no estoy de acuerdo con los q defienden las deserciones en medio de las competencia, por la razón q sea , quien hace eso para mi no tiene en su subconsciente el honor para enfrentar cualquier cosa y por dinero te puede hacer cualquier cosa , en cuanto a las deficiencias del béisbol cubano es multifactoria , pero motivada por la crisis económica del país sometida a un bloqueo ( incluye la disolución con el acuerdo de la MLB)mas 243 medidas más la crisis sanitaria del coronavirus y la demora en las transformaciones de todo tipo q se están gestando tras la aprobación. De la nueva Constitución