En febrero de 2018, Lionard Kindelán, hijo del otrora toletero cubano Orestes Kindelán salía de la isla rumbo a República Dominicana para labrarse un camino hacia la Major League Baseball (MLB).
Su decisión no sorprendió, si bien era hijo de una de las estrellas antológicas de la pelota cubana y del período “revolucionario”. Tras la salida de Lionard hacia Estados Unidos, su padre viajó casi de inmediato a apoyarle en su camino y verificar su preparación.
Desde Estados Unidos en una entrevista con Jorge Ebro, en septiembre de 2018, Kindelán hablaba de que si su hijo había tomado esa decisión, él lo apoyaría en todo. Entonces decía que “tiene que aprenderlo todo”, porque las diferencias entre el béisbol cubano y americano era abismal.
“Apoyarlo al 100% y si la suerte va y le toca a él. Todos los días se va a trabajar para eso, esperamos que tenga suerte. Él sabe que es difícil, pero no imposible”, decía hace tres años el llamado “tambor mayor” de Santiago de Cuba.
Orestes Kindelán expresaba que era el sueño de su hijo, no el suyo jugar en Grandes Ligas. Aunque él pudo haberlo hecho y no lo hizo por “cosas de la vida y circunstancias”. Lamentablemente las cosas no salieron bien para el hijo de Kindelán en Estados Unidos.
Orestes Kindelán tenía fe en su hijo
A inicios de 2019 sin convencer a los scout de MLB, Kindelán se trasladaba a la liga italiana, hacia el Unisapol Fortitudo de la pelota europea. Una vitrina muy distante de MLB y lo que se busca.
“Esto no estaba en mis planes, pero es lo que me ha tocado (…) Lo que me queda es dar el ciento por ciento y demostrar mi talento. Mis planes siguen siendo jugar allá”, decía entonces al propio Ebro.
Según algunos especialistas citados por Ebro, los scouts estaban dudosos con Kindelán Jr, porque es poco versátil y demasiado fornido. “Desgraciadamente, los equipos han cambiado mucho la forma en que evalúan a los prospectos. Están buscando deportistas atléticos, que sean rápidos y puedan defender varias posiciones”, revelaban.
“Tengo fe en Dios de que veré la luz al final del túnel’’, añadía el hijo del grandioso toletero cubano. Su paso por Italia quedaba muy discreto, a los pocos meses el club italiano le daba la baja por su poco rendimiento. Concluían que Lionard ya no estaba en los planes de dicho team.
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