Cubanos cruzando el Río Bravo

Si te gusta, ¡COMPARTE!

Nada detiene a los migrantes cubanos que siguen cruzando el río Bravo, frontera natural que separa a México de los Estados Unidos. Todo ello, a pesar de a veces, signifique exponer la vida por las fuertes corrientes de este afluente, que suele ser traicionero.

Cada mañana, grupos de más de 20 cubanos, incluidos menores de edad, cruzan el río. A veces llegan a territorio norteamericano donde se entregan a la Patrulla Fronteriza. Vienen de Nicaragua, a donde llegaron por vía aérea, después de que el gobierno de Daniel Ortega, les diera vía libre de acceso, sin necesidad de visado.

Después hacen un recorrido, muchas veces a pie o en camiones, cruzando retenes para no ser descubiertos por la policía migratoria. Unos llegan a la frontera. Otros son descubiertos y devueltos a la isla, donde muchas veces no les queda nada.

Una táctica, cruzar el río Bravo

Muchos migrantes cubanos cruzan el río Bravo a plena luz del día, buscando ser detenidos por la Patrulla Fronteriza para que se les permita quedarse en el país. El proceso legal indica que la policía les dé un documento. Para que se presenten en una fecha posterior ante un Juez de Migración para revisar su caso. Mientras tanto, pueden estar en el país y reunirse con sus familiares.

En 48 horas, la patrulla fronteriza de Texas ha detenido a más de 2 mil personas diarias que intentan cruzar el río Bravo, que no tiene ese nombre por gusto. El Estado de Texas comenzará la construcción de vallas fronterizas. Muy pronto, habrá más impedimentos para llegar sanos a Estados Unidos.

Esta fue una semana mortal en la frontera sur de Estados Unidos, que culmina con la muerte de cuatro migrantes, incluido un niño uruguayo de 4 años, hijo de un cubano y una niña nicaragüense de 4 años. Ambos se ahogaron mientras intentaban cruzar el río Bravo.

Si te gusta, ¡COMPARTE!