César Évora, el galán que salió de Cuba con solo 42 dólares

Actor César Évora confiesa que no querían contratarlo por “ser cubano”
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A sus 63 años, el actor César Évora aun saca uno que otro suspiro a las mujeres latinas, seguidoras de las populares telenovelas mexicanas. El galán cubano sigue siendo muy querido y respetado por su público que llegó a sorprenderse hace dos años cuando desapareció por un tiempo de las pantallas.

Sin embargo, César no ha dejado de trabajar y en una reciente entrevista al programa mexicano “El minuto que cambió mi destino”, repasó los detalles más importantes de su vida y su carrera.

César Évora nació el 4 de noviembre de 1959 en Cuba y vivió desde niño solamente con su madre. “Mi papá emigra por razones políticas más que nada y me cría mi abuelo. Crezco en la casa de mis abuelos maternos, hago mi vida en Lawton, es el mismo barrio de Celia Cruz, un barrio de pueblo”, respondió durante el encuentro con el periodista Gustavo Adolfo Infante.

En Cuba, César participó filmes muy populares como La Bella del Alhambra, Una novia para David, Un hombre de éxito, entre otros, e interpretó el personaje de un policía en la serie Día y Noche.

Carrera en México

Sin embargo, su carrera comenzó a despuntar realmente cuando marchó de Cuba en 1980 con solo 42 dólares en el bolsillo. Tras su llegada a México le ofrecieron un contrato por seis años con la cadena Televisa y fue cuando se convirtió en el galán de recordadas telenovelas como Laberintos de pasión, Cañaveral de pasiones, El manantial, Abrázame muy fuerte, El privilegio de amar, Entre el amor y el odio o La madrastra.

Aunque la mayoría de los actores de la isla suelen emigrar hacia Miami, César Évora ha preferido quedarse en México. En una oportunidad contó que había sentido cierta discriminación por el hecho de ser cubano.

“Cuando llego a Estados Unidos y me ven, a primera vista no me dicen nada, pero cuando escuchan que hablo y que tengo un acento muy cubano, (…) me comienzan a hacer gestos o simplemente comentarios nefastos por el hecho de ser latino”.

Además, César ha afirmado que se ha sentido extranjero en su propio país cuando ha ido de visita. “Yo me sentí extranjero en Nueva York, me he sentido extranjero en Europa, en Sudamérica, en cualquier otra parte del mundo. Me he sentido, y te lo voy a decir con todas sus letras, me he sentido extranjero en Cuba. Porque ha cambiado muchas cosas, y ya no es el lugar donde creciste. Es una sensación dura y amarga, pero no puedo decirlo de otra manera. Es lo que siento”.

César Évora en Cuba

Sobre su trabajo en Cuba, también asegura que fue “el primer actor independiente”. “No tenía que rendirle cuentas a nadie, mi vida era mía, mi carrera era mía, si yo me buscaba un trabajo era problema mío”.

“Me trataron de tener sin trabajo por un tiempo, me trataron de estrangular, yo aguanté”, añadió. “He trabajado como loco, me encanta trabajar. El público me ha bendecido mucho con mucho cariño, mucho respeto, eso no hay manera de agradecerlo. Nunca me importó ser el galán, siempre traté de hacer cosas opuestas por esto mismo. Soy un hombre de pueblo, de la calle”.

El actor es padre de tres hijos y ha compartido su vida entera con su esposa Vivian Domínguez, con la cual lleva casado casi 22 años. “Soy un hombre muy enamorado de mi esposa. Mientras más pasan los años, más enamorado estoy de ella. Es una mujer excepcional (…) Si algo he logrado en la vida es gracias a ella y a que está a mi lado. Es un apoyo, una fuerza, una energía insuperable”.

Su hija más pequeña, Carla Évora, es la única de los tres que aún vive con él en México y ha optado por la carrera de Comunicaciones. “Es maravilloso que cada uno descubra su vocación en la vida”, comentó acerca de la inclinación de la hija.

“A mí me costó trabajo descubrirlo y disfrutarlo. Forma parte de cada paso en la vida de los seres humanos. La vida es un gran viaje y una gran y compleja experiencia y hay que vivirla intensamente y con pasión total”.

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