Al tiempo en que el gobierno hace un llamado a los campesinos a intensificar sus producciones para que aumente así la oferta de frutas, viandas y ensaladas, los inspectores protagonizan a menudo una “cacería de brujas” con multa, contra los ciudadanos que venden, incluso, cosechas de sus propias parcelas.
Esta semana trascendió en Twitter que un cubano había sido multado por comercializar los aguacates de un árbol que tiene en el patio de su vivienda. “¡Una multa de 500 pesos por vender los aguacates que parió mi mata! ¿Somos Continuidad?”, denunció Marcos Abreu Alonso en la red social.
“¡Lo mío es a pequeña escala, lo jodío de verdad son los campesinos, que invierten dinero, tiempo y trabajo y al final viene un burócrata y les decomisa cargas enteras de alimentos!”, comentó más adelante el usuario.
Varios internautas se sorprendieron con la denuncia de Abreu, pero indicaron que “en Cuba cualquier cosa la justifican con enriquecimiento ilícito”. “¿Quién puede hacerse millonario vendiendo aguacates?”, se preguntó un cubano. “Seguramente el inspector te decomisó los aguacates para después venderlos él mismo o repartirlos. Le salieron gratis”.
Multa por venta de aguacates propios
Actualmente, el precio de un aguacate en Cuba oscila entre los 50 y 100 pesos, aunque el estado no los comercializa en ninguno de sus mercados. Otra mujer identificada como Celia Ramos opinó también: “Esto es increíble. En Cuba no hay nada que comer y el desgobierno inepto de (Miguel) Díaz-Canel, en vez de permitir que todo el que tenga árboles frutales venda las frutas para mitigar el hambre, se dedica a multar y perseguir”.
Hace poco trascendió en medios independientes el suicidio de un anciano de 83 años en Las Tunas, excombatiente de Angola, nombrado Ángel Pacheco Soublet que decidió quitarse la vida tras haber recibido una multa de 4000 pesos por vender viandas en una carretilla para mantener a su esposa enferma.
El año pasado otro joven de Holguín también se suicidó por no contar con los 5000 pesos que le imputaron los inspectores por comercializar productos agrícolas sin licencia.