En una reciente reunión del Consejo de Ministros, el primer ministro del gobierno cubano, Manuel Marrero Cruz, lanzó una advertencia a los transportistas privados que suban las tarifas establecidas.
“Hay que quitar la licencia, y si es reiterado y si procede y así lo deciden los tribunales del sistema de justicia hasta los vehículos”, amenazó Marrero Cruz en la televisión nacional.
El funcionario comunista, aunque reconoció la escasez y el aumento del precio del combustible, negó que esto justificara las subidas de tarifas.
Marrero Cruz exigió reunirse con “todos los actores económicos”, tanto estatales como privados, para “dejar claro cuáles son los precios establecidos”. “El que viole esos precios hay que tomar con todo el rigor las medidas que correspondan”, advirtió.
Las reacciones en las redes sociales no se hicieron esperar. Muchos usuarios expresaron su escepticismo ante la capacidad del gobierno para controlar los precios.
“No creo detengan los precios. Existen antecedentes. Además, ahora hay alternativas en transporte de carga y taxis “directos” aún sin regular y potencialmente más rentables”, opinó un usuario en la red social X.
Crisis del transporte público en La Habana
La situación del transporte público en La Habana es crítica. Más de la mitad de los ómnibus están fuera de servicio, lo que obliga a los residentes a esperar hasta cuatro horas en las paradas.
Ante esta situación, muchos habaneros han recurrido al transporte privado, lo que ha provocado un aumento en los precios.
¿Más medidas o más problemas? La amenaza de Marrero Cruz genera interrogantes. ¿Podrá el gobierno controlar los precios del transporte privado? ¿Se intensificará la crisis del transporte público en La Habana?
Solo el tiempo dirá si estas medidas del gobierno cubano serán efectivas o si, por el contrario, generarán más problemas para la población.
Otros puntos a destacar:
- El gobierno cubano ha reconocido que la escasez de combustible es un problema real.
- Los transportistas privados argumentan que necesitan subir las tarifas para cubrir sus costos operativos.
- La falta de un sistema de inspección eficiente dificulta el control de los precios.
- La crisis del transporte público en La Habana es un problema complejo que no tiene una solución fácil.