Luego de haber trabajado más de cuatro décadas, y justo cuando deberían contar con garantías por parte del estado, los ancianos jubilados cubanos deben someterse a largas colas, incluso, para cobrar los “cuatro pesos” que el gobierno les asigna.
Un grupo de personas de la tercera edad dieron testimonio al periódico Girón de Matanzas argumentando que acuden a los Correos de esta provincia desde horas muy tempranas con la esperanza de poder cerrar el trámite lo más rápido posible.
Sin embargo, según describe el medio, las filas son de decenas de usuarios que se encuentran en la misma situación: “La desesperación los alcanza en su espera, percibida eterna”, reconoce el periódico. “
Ancianos cubanos y su jubilación
Uno de los ancianos en la cola confesó que ni siquiera había tomado alimento esa mañana y que otro conocido sufrió un desmayo: “Nunca pasé tanto trabajo para cobrar como ahora. Estamos aquí sin desayunar, sin comer nada”, comenta Ángel Valdés Pérez, de 76 años. Con una tranquilidad te dicen: ‘Se acabó el dinero, me voy’. El que está ahí se va para su casa, y muchas veces los viejitos no tienen ni para tomar un refresco. Es una falta de respeto con nosotros”.
Otro anciano aseguró que esta situación se está dando hace ya varios meses: “No es para tener a los viejos, entre ellos yo, tantas horas aquí esperando”, confiesa Pedro Braulio Robaina Iglesias, de 89 años. “Ayer mismo a la una de la tarde dijeron que se había acabado el dinero. Tuvimos que irnos y volver hoy a hacer la cola otra vez”.
Un tercer entrevistada cuenta que casi todos los ancianos en la cola han trabajado unos 35-40 años para el gobierno cubano, y que él lo hizo por 49: “Es ilógico todo este pueblo que viene aquí a las seis y pico de la mañana para hacer la cola, y que sean las 11:30 ya y no se aparezca nadie, ni siquiera a dar una explicación. ¿Acaso cuando alguien se jubila ya no merece consideración, no tiene valor?”