El Arzobispado de Santiago de Cuba publicó una nota este martes donde informa que el Padre Eliosbel Pereira fue asaltado el 22 de mayo para robarle la moto.
“En la noche de ayer, 22 de mayo, a las 8:30 pm, fue asaltado el Padre Eliosbel Pereira, rector de la iglesia de San Francisco en la Arquidiócesis de Santiago de Cuba, el motivo, robarle la moto”, comunicaron vía Facebook.
Según los datos dados a conocer, como consecuencia del suceso “le hicieron una profunda herida en la mano izquierda” y tuvo que ser “intervenido quirúrgicamente en la madrugada”.
“La operación duró varias horas y salió bien. Al parecer la mano pudo ser reconstruida, sigue ingresado en el hospital Provincial de Santiago de Cuba”, agregaron en el mensaje.
“Desde El Cobre, a los pies de la Madre de todos los cubanos, en oración por el alza de los delitos tan violentos en el país. Oremos por su pronta recuperación”, piden al final del texto.
“Sin palabras, pronta recuperación, ya no se puede salir con tranquilidad a la calle por la violencia que hay. ¿Dónde está el orden público y cuidado ciudadanos?”, reclamó la cuentapropista Carmen Ortiz.
ASALTOS EN CUBA
En la misma línea, el usuario Gustavo Fernández Salva escribió: “¡Mano de hierro tiene que haber con la delincuencia! Este y otros actos delictivos están ocurriendo frecuentemente. No podemos seguir permitiendo que estos hechos sigan ocurriendo”.
“Lamentable noticia, una muestra más del deterioro moral, económico y espiritual de la demolida sociedad cubana. Que Santa María de La Caridad del Cobre le proteja, los proteja”, comentaron también.
Lo cierto es que cada vez son más frecuentes los asaltos, robos, y hechos violentos en Cuba.
El 1.º de julio de 2022 el asesinato del profesor cubano Santiago Morgado, en Sancti Spíritus, conmocionó a toda la isla.
Fue alquilado para un viaje en moto por alguien que ya había requerido sus servicios con anterioridad. Luego el otro responsable directo del asesinato estaría esperándolos entre la maleza, para atacarlo con un palo y una piedra.
Finalmente, emplearon dos piezas de un vehículo agrícola para atarlas al cuello y a las piernas de la víctima, con la finalidad de hundirlo en un pozo con agua de más de tres metros de profundidad.
Los implicados admitieron haberlo asesinado y alquilado la moto “con la intención de asesinar a su propietario para sustraerla y venderla”.