El ministro de Transporte de Cuba, Eduardo Rodríguez Dávila, presentó una serie de actualizaciones en la política de comercialización, importación y transmisión de propiedad de vehículos de motor en el país, como parte de un proceso continuo de revisión de las políticas públicas alineado con el Plan Nacional de Desarrollo Económico y Social hasta 2030.
Estas medidas buscan abordar de manera integral los desafíos del transporte en Cuba, aunque el ministro advirtió que no resolverán de inmediato la crisis del transporte ni permitirán que todos los cubanos puedan adquirir un automóvil con su salario.
Entre las principales novedades, se destaca la flexibilización en la importación de vehículos. Ahora, cualquier persona podrá importar ciclomotores y motocicletas eléctricas, sin límite de potencia, y remolques ligeros, pagando aranceles en moneda nacional.
También se permitirá la importación de motocicletas de combustión interna o híbridas, nuevas o usadas (hasta 10 años), y triciclos eléctricos o híbridos. Además, diplomáticos y colaboradores en el exterior podrán importar un auto económico o de uso de hasta 10 años, cumpliendo ciertos requisitos.
La política también incluye cambios en la transmisión de propiedad de vehículos. Se permitirá la libre transmisión de propiedad entre personas naturales y jurídicas, aunque en el caso de entidades estatales, se requerirá la aprobación del Consejo de Ministros para transferir la propiedad a personas no estatales.
Cuba moderniza su política de vehículos: importación, venta y futuro del transporte
Las personas naturales podrán adquirir vehículos en comercializadoras autorizadas con precios que se formarán a partir del costo de importación, más un margen comercial y un impuesto especial que variará según el tipo de vehículo.
Otra medida importante es la diferenciación de impuestos entre vehículos de combustión y eléctricos, con parte de los fondos recaudados destinados a mejorar la infraestructura de transporte en el país. El ministro destacó que se eliminarán ciertos procedimientos obsoletos, como el cambio de carrocería seguido de cambio de motor, en favor de un proceso más transparente y eficiente.
Finalmente, se permitirá a las oficinas de representación en Cuba reponer su parque vehicular sin el pago de impuestos adicionales, reconociendo su contribución al país en tiempos difíciles.
Todos estos cambios se implementarán antes de que finalice octubre y se espera que contribuyan a una modernización gradual del transporte en Cuba, mejorando la movilidad y abordando irregularidades en el proceso.