Chocolate para niños cubanos: de rara consistencia y con mal sabor

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Los padres cubanos ya no saben qué inventar para alimentar a sus hijos. Sumado a que las confituras o chocolates solo se adquieren en las tiendas por Moneda Libremente Convertible, lo poco que se les entrega por medio de la libreta de abastecimiento generalmente no cuenta con las condiciones óptimas de consumo.

No han sido pocos los usuarios en redes que han criticado la leche o el yogurt que se les entrega a los menores en Cuba y ahora una decena de internautas ha confirmado que el chocolate que se les vende en las bodegas tiene una rara consistencia y mal sabor.

Un padre camagüeyano fue el primero en denunciar que el polvo para niños de 7 a 13 años contiene “varias bolas” que se asemejan a turrones o bombones, por describirlo de alguna forma.

“Como siempre habrá personas que dirán que al menos le dan algo”, comentó el denunciante en un grupo de Facebook de Santa Cruz del Sur. Nos toca conformarnos, agachar la cabeza y decir gracias”.

La publicación no pasó desapercibida por otros camagüeyanos que también se habían cuestionado la calidad del referido producto. “Pobrecitos nuestros hijos, ni leche les dan y pa’ colmo lo que traen no sirve”, lamentó una mujer.

Chocolate para niños cubanos

Otros padres se sumaron a las críticas alegando que el chocolate contenía unas “cosas blancas muy extrañas”: “No creo que sea maicena, la probé y cuando no es un trozo de azúcar, es una mezcla blanca desabrida, que no me atrevo a dárselo a mi niña porque sabe a todo menos chocolate”, comentó una mujer y aseguró que mordió uno de terrones y que estaban “más duros que una raspadura”.

“El que me tocó a mí, los turrones eran de sal. Dios mío, los machaqué pensando que era azúcar. Pura basura lo que nos toca”, fue otro de los testimonios.

La mayoría de los usuarios especularon que los cuerpos extraños deben proceder de “la barredura de las máquinas”, mientras que en grupos de compraventa de redes sociales algunos “proponen” el chocolate “a granel” de calidad, por lo cual suponen que “se lo estén robando los mismos trabajadores de la fábrica”, según indicaron.

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